Casino Buenos Aires: el curioso caso del casino flotante

Considerado uno de los mejores casinos en Argentina, el Casino Buenos Aires, también llamado Casino Puerto Madero, tiene una de las historias más curiosas en el mundo. Se trata del único casino ubicado en la capital del país (sin considerar zona metropolitana), debido a que en la ciudad existe una ley que prohíbe los juegos por dinero.

Entonces, ¿cómo es posible que este casino esté en funcionamiento? La excepción es sencilla: no es un casino que esté en tierra, es un casino instalado dentro de dos embarcaciones que están ancladas en aguas del Estado. Un vacío legal que le permite funcionar.

El origen del inusual casino

A mediados de 1999, la Lotería Nacional Argentina anunció un concurso de antecedentes, dirigido a empresas que quisieran explotar un casino flotante con los mejores servicios: juegos, restaurantes, hotelería y mucho más.

Casino Magic, empresa norteamericana, y Casinos Buenos Aires, perteneciente a la firma española Cirsa, fueron las compañías interesadas en dicho proyecto. Cirsa fue la que se quedó con la concesión, la cual consistía en 15 años, la opción a cinco años más y la posibilidad de instalar un segundo barco durante ese tiempo.

En septiembre de 1997, el barco, que había sido construido en Nueva Orleans en 1995, llegó desde esta ciudad estadounidense hasta el puerto de Nueva Palmira, en Uruguay, a la espera de anclar en aguas argentinas.

Un mes después, la nave ya estaba en la capital y con opiniones encontradas: el gobierno nacional esperaba su apertura, mientras la administración capitalina amenazaba con una clausura prematura.

Para el 8 de octubre de 1999, el casino fue inaugurado en Dársena Norte, pero un funcionario municipal llegó al lugar para colocar listones de clausura, aunque gente de Lotería Nacional fue la que arrancó las fajas de clausura y se dejó en claro que no iban a ceder.

Días después, la empresa Cirsa metió un recurso de amparo y fue aceptado, lo que le permitió al negocio funcionar con normalidad. Aunque las peticiones de clausura no cesaron, el casino pudo defenderse gracias a que el negocio se desarrollaría sobre Río de la Plata, territorio que no está bajo jurisdicción del gobierno de Buenos Aires.

La embarcación, que fue bautizada como Buque Estrella de la Fortuna, se movió a la zona sur del puerto, a la Dársena Sur para permitirle tener una playa de estacionamiento.

Una segunda embarcación

Los buenos resultados obtenidos motivaron al Grupo Cirsa a especular la creación de un segundo casino flotante. Mientras se tanteaba la posibilidad, ya estaba en construcción un edificio de más de 40 mil metros cuadrados que servirían como instalaciones de apoyo, así como un estacionamiento y otro edificio administrativo. A pesar de que se otorgaban clausuras a este casino, los amparos le permitían funcionar de manera normal.

Los conflictos jurisdiccionales no cesaron. En 2005, el doctor Roberto Gallardo, juez del fuero contencioso administrativo y tributario de Buenos Aires, declaró como inconstitucional el convenio entre Lotería Nacional Sociedad del Estado y el Instituto de Juegos de la ciudad, por lo que ordenó clausurar el barco-casino, cosa que finalmente no pudo suceder, pues Sergio Fernánde, otro federal, levantó las vallas y mantuvo al Puerto Madero en funcionamiento.

En enero de 2006, el Princess, un segundo casino flotante, abrió sus puertas al público. Este navío cuenta con cuatro pisos alfombrados, máquinas tragamonedas, ruletas electrónicas y muchas otras amenidades que se sumaron a la oferta en este puerto.

Esta embarcación funciona como sala de apuestas y cuenta con cuatro pisos alfombrados, techos dorados y cuatro barras. Entre sus servicios se encuentran las máquinas tragamonedas, ruleta en video y mucho más.

Los conflictos entre empleados y obreros marítimos

El tema jurisdiccional no fue el único que preocupaba a la administración del barco-casino. Para junio de 2007, dos gremios entraron en disputa por el Casino Buenos Aires.

Por un lado, más de 400 empleados del casino tomaron las instalaciones del predio y denunciaron que fueron víctimas de agresiones por parte del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), a quienes acusaron por amenazas con armas de fuego y punzocortantes.

Dichas agresiones terminaron con 10 heridos, por lo que el casino estuvo cerrado por cuarenta días. A mediados de julio, el Ministerio de Trabajo dictaminó la conciliación obligatoria y permitió que la embarcación pudiera reabrir sus puertas.

Las tensiones tampoco pararon. En noviembre de 2007, los empleados volvieron a entrar en paro ante nuevas agresiones, mientras que, a inicios de 2008, un tumulto de manifestantes intentó prohibir la entrada a los empleados, pero pese a todos los problemas, el casino se mantuvo a flote.

Hoy, aunque el casino sigue sin ser bien visto por las autoridades capitalinas, se trata de un complejo que sigue funcionando y ofreciendo sus servicios a los jugadores y a quienes quieran disfrutar de un buen momento. Únicamente mayores de 18 años pueden entrar. El acceso es libre y gratuito, no existe cuota alguna para ingresar.

Sus juegos y divisas aceptadas

Al tratarse del único casino en Buenos Aires, también se trata de uno de los más completos en cuanto a juegos se refiere. Su extenso catálogo incluye más de mil máquinas electrónicas, entre las que podemos hallar tragaperras, video-póker y ruletas electrónicas en su versión americana.

También puedes encontrar los mejores juegos de mesa. Cuenta con 150 mesas, que te ofrecen baccarat, blackjack, dados y una sala especial para los juegos de póker, siendo el Texas Hold’em el más popular. Esta sala se encuentra en el Princess, la segunda embarcación.

Las transacciones con tarjeta de crédito pueden efectuarse únicamente en pesos argentinos. Es decir, las fichas se pueden comprar y jugar en mesas exclusivas de dicha divisa, por lo que los premios o pagos se efectúan bajo la misma moneda. Si bien se aceptan dólares en efectivo, el casino no cuenta con una casa de cambio, por lo que los visitantes deberán considerar esto antes de asistir al navío.

Otros servicios

El Casino Buenos Aires cuenta con restaurantes y bares en el edificio principal, como el Pleno-Sabores del Mundo, con platillos típicos de la parrilla argentina, así como sabores de México, Japón y sur asiático; Color Resto Bar, con alimentos gourmet a la carta, una amplia selección de tragos y cocteles; barras de cervezas y exquisitos alimentos y bebidas en sus buques casinos.

Si llegas en auto, existe un servicio de valet parking que recibe y lleva tu vehículo a un estacionamiento exclusivo del negocio, mientras te adentras en un complejo vigilado las 24 horas por seguridad privada, con guardarropa y salas especialmente dedicadas a jugadores fumadores.

Por si esto no fuera suficiente, los mejores artistas nacionales e internacionales se presentan cada noche, para amenizar las noches de juego y brindar grandes momentos musicales a todos sus asistentes, que podrán aprovechar las veladas para bailar y divertirse.