Regresamos a los juegos que antes se practicaban en los casinos y que han ido perdiendo popularidad. Lo hacemos desplazándonos a la Europa del Este.
Hasta ahora pocos juegos habíamos visto que se hubieran desarrollado allí, también porque las apuestas a juegos de naipes son menos populares en estos territorios. Sin embargo, en todos los sitios gusta demostrar que se es mejor que otro y en el durak se busca eso.
Este es un juego de defensa y ataque que se practica con la baraja francesa de cartas. Se originó en el antiguo territorio ruso y se hizo muy popular por los pueblos de alrededor.
Historia del Durak
Este juego apareció en torno al siglo XIX y es originario de Rusia. Por aquella época seguía unida como la Unión Soviética, por lo que fue exactamente en este estado en el que se desarrolló.
Muchos analistas sitúan su aparición como una excusa para decidir que jugador debía beberse las sobras de vodka que quedaban en la botella. Es muchos contextos era utilizado como una práctica de beber.
La sociedad soviética de este siglo era bastante competitiva y siempre estaba en busca de un perdedor en los juegos de cartas. De ahí que el origen del juego sea la palabra durak (en ruso дурак) y que significa “perdedor” o “tonto”.
En tierras rusas adquirió todo lo que hoy se conoce de este juego, pero después se fue expandiendo al resto de estados que se separaron dando lugar a la desaparición de la URSS.
Georgia, Estonia o Ucrania fueron algunos de los lugares en los que más repercusión tuvo, aunque fue en Polonia en la que el durak llegó con mucha fuerza.
A partir del siglo XX se expandió a los casinos de la Unión Soviética, ya que era muy divertido y una buena forma de pasatiempo. No solo para los civiles, sino también para las tropas militares que estaban combatiendo en los frentes.
Este juego de ataque y defensa es de la misma familia de otros juegos muy parecidos como el bridge, el mus o el pinochle francés. Además dio lugar a que en países como Finlandia se formaran nuevas versiones adaptadas.
Objetivo del juego
El fin del durak es descartarse de todas las cartas en el menor número de turnos posibles. En la cultura popular es más importante no perder y no tanto ganar, ya que el último es del que todos se burlan y al que se considera como perdedor.
En los casinos si tiene importancia puesto que el primero gana más fichas que el segundo.
Elementos del juego
- Baraja francesa de 52 cartas (diamantes, corazones, picas y tréboles).
- Tapete (opcional).
- Fichas para apostar (opcional).
- De 2 a 6 jugadores (por parejas, tríos o de forma individual).
Cómo se juega al durak
Antes de nada hay que tener en cuenta que este juego tiene distintas variantes. Suele haber entre dos y seis jugadores, siendo este último el límite de apostadores.
Se puede jugar en parejas de dos o en tríos de tres, pero lo más normal en las salas de juego es jugar de forma individual. También se pueden utilizar tanto la baraja francesa como la española, depende del lugar en el que se practique el juego.
Lo más normal es que se practique con la francesa y esa es la variante de reglas del Durak que vamos a explicar en esta ocasión.
De todos los naipes hay algunos que se deben retirar. Los comodines no se usan, al igual que los números que oscilan entre el dos y el cinco. Del seis al as se utilizan todo el resto de cartas y el orden de las mismas es el típico de la mayoría de prácticas:
- As
- Rey
- Reina
- Jota
- Diez
- Nueve
- Ocho
- Siete
- Seis
Con esto más que sabido el juego comienza cuando el crupier baraja las cartas y entrega seis naipes para empezar a cada jugador. Cada uno de ellos tiene la obligación de notificar sus cartas en el caso de que todas sean rojas, todas sean negras o cinco cartas sean del mismo palo.
En ese caso la partida no se podría jugar y el repartidor procedería a un nuevo barajeo más exhaustivo y que diera lugar a una nueva partida. Es una forma de no dar la victoria a alguien o condenar a la derrota a otro casi de forma automática.
Una vez que se ha dado la primera mano, la primera carta que haya quedado en el mazo restante se deja descubierta. La posición será contraria a la del mazo y se pondrá debajo del mismo para que los jugadores puedan ver el número y el palo. El palo de esa carta será el de triunfo y tiene una especialidad curiosa.
El jugador que posea la carta de triunfo más baja, que en este caso es un seis, puede intercambiarla por la carta que hay descubierta antes de que se inicie un turno. Incluso si los jugadores roban y no quedan más cartas encima de la mesa nada más que esa, la podrá robar e intercambiarla por la suya.
El jugador que comienza la partida es precisamente el que tenga la carta de triunfo más baja, independientemente de que decida intercambiarla por la descubierta del mazo o no. Ese será el que ataque primero y por tanto el de su izquierda deberá defender.
Siempre ocurre así durante el juego, incluso cuando el turno se va pasando. El que juega es el atacante y el de la izquierda el defensor. Hay alguna excepción, pero la vamos a ver ahora.
El ataque en el durak consiste en lanzar una carta boca arriba. Puede ser la que el jugador prefiera, ya que en eso no existen restricciones. El jugador de la izquierda es el que se debe defender y lo hará lanzando una carta del mismo palo que la de su contrincante y de un número superior o con una carta del palo de triunfo.
Si la carta del atacante ya es de triunfo, entonces solo se podrá lanzar una carta de ese mismo palo pero superior. Eso sí, para continuar el ataque sí que hay condiciones.
Pongamos el ejemplo de que el atacante lanza un seis que no es del palo de triunfo y el defensor responde con un nueve de ese mismo palo. El siguiente ataque ya solo puede ser lanzando otro seis u otro nueve.
Si lo hace obliga al defensor a volver a echar una carta de defensa y sino el turno pasará al siguiente jugador que está a la izquierda del defensor. Así se irá haciendo hasta que el último jugador de la ronda pase o se finalice el ataque.
En cuanto a la defensa ya se han dado algunas indicaciones de cómo se realiza. Se espera a que el jugador de la derecha lance el ataque y luego se responde poniendo el naipe defensor encima del atacante en escalera, de forma que se vean los números de las dos cartas.
Las formas de defensa son: lanzar una carta superior de un palo que no sea de triunfo; lanzar una carta de triunfo mayor que la del contrincante, o lanzar cualquier carta de triunfo que gane a la de otro palo.
Lo realmente interesante de este proceso es si realmente la defensa se llega a completar con éxito o no. El máximo de ataques permitidos es de seis siempre que todos los jugadores tengan las seis cartas en su mano.
Si el defensor tiene menos solo se podrán realizar tantos ataques como naipes tenga el defensor (si el defensor tiene cinco cartas, solo se pueden hacer cinco ataques seguidos). La defensa falla cuando decide que no puede o no quiere seguir defendiéndose de los ataques del rival.
En ese caso, el castigo es quedarse con todas las cartas que haya en la mesa en ese momento, En este supuesto se dice que el ataque ha sido exitoso.
La forma de que la defensa triunfe es que el atacante sea el que se rinda y decida no seguir atacando y pase. En ese caso se descartan todas las cartas que hay sobre la mesa y se deja limpia para un nuevo turno.
La otra opción es que el atacante siga con la ofensiva y el defensor sea capaz de defenderse de todos sus ataques. El final llegará cuando el defensor se quede sin cartas y por tanto se declare como ganador de la partida. El turno de defensa pasaría al siguiente jugador de la izquierda y el atacante seguiría siendo el mismo.
Los jugadores finalizan sus manos cuando se liberan de todas las cartas que tenían. Eso sí, tienen la obligación de robar cartas hasta que el mazo llegue a su fin.
Es decir, si una defensa es exitosa frente a un ataque y ambos jugadores se dejan dos cartas en la mesa, estos deben robar dos para quedarse de nuevo con seis en su mano. Solo cuando el mazo ya no de para todos se permite tener menos de seis cartas por jugador.
También ocurre que cuando el defensor defiende con éxito y se descarta todo lo que había en la mesa, él se convierte en atacante y el siguiente jugador de su izquierda es el nuevo defensor.
Siempre se hará así para que todos los jugadores puedan ejercer de ambos roles siempre que puedan. Cuando todos los jugadores se descartan de las cartas y solo queda uno, ese último es el perdedor y al que se le llama “durak”. Este perderá el total de la apuesta inicial que se haya dejado en la mesa y los ganadores se repartirán el botín de forma progresiva según su posición final en la partida.
Hay que indicar que en los torneos de durak son los propios jugadores los que van indicando los cambios de turnos y hablan sobre el éxito de las defensas y los ataques.
En los casinos será siempre el crupier el que vaya dando las indicaciones. Por eso, se necesita que los repartidores estén muy bien adoctrinados en este juego.