Toda una vida en una jugada en la ruleta

Ruleta de casino

A lo largo de la historia del juego y de los casinos muchos han sido los personajes que han tomado la decisión de jugarse cantidades impresionantes de dinero con un excesivo riesgo. Desde las antiguas ciudades de Roma y Grecia, donde el juego era uno de los pasatiempos de ocio favoritos, ya se conocen historias de hombres poderosos a los que les encantaba la adrenalina que supone jugar.

También los hay que han triunfado en las salas de juego físicas y otros que más recientemente han logrado un buen pellizco en los casinos online. Cada cual con sus peculiaridades y sus fórmulas, pero con el mismo objetivo al fin de cuentas.

Sin embargo, esta nueva historia tiene algo que le hace destacar. Uno de los mejores casinos de Las Vegas por aquel entonces tuvo el privilegio de estar en el centro del foco mediático durante unas horas.

El Plaza Hotel & Casino de la ciudad del pecado se llenó de curiosos que habían visto en televisión a un hombre dispuesto a correr el riesgo de dejárselo todo en el juego por un sueño. Tanta repercusión tuvo el acontecimiento que desde entonces su vida ya no sería la misma. Pero primero vamos al acontecimiento en sí.

El inglés Ashley Revell toma el protagonismo de la historia. El nacido en la localidad de Maidstone, en el condado de Kent, era un hombre normal que llevaba una vida bastante típica. Era un tipo de negocios con ganas de emprender y que quería montarse su propia empresa.

Pero como todo el que se inicia en esta aventura necesitaba capital inicial para poder llevar a cabo el proyecto. Revell se planteó varias fórmulas para lograr el dinero, pero la única que le convenció fue la de apostar todas sus pertenencias e intentar doblar la cantidad.

Ashley Revell en el casino

El planteamiento era arriesgado, pero suponía recibir ganancias frescas en un periodo muy corto de tiempo. Revell vendió todo lo que tenía en su posesión. La ropa, el coche y cualquier pertenencia le valía para poder adjudicarse el mayor número de dólares posibles. Al final fueron un total de 136.000$, pero aún le quedaba decidir en qué se lo jugaría.

El blackjack no convenció al británico. Demasiada estrategia de por medio y demasiadas opciones para el crupier, él buscaba otro tipo de juego. Las tragaperras tampoco eran una opción puesto que había que dedicarle tiempo y esfuerzo sin saber muy bien el resultado final. Misma situación para los juegos de poker en cualquiera de sus versiones. La ruleta era la respuesta.

Las apuestas simples de la ruleta europea le permitían jugarse sus ahorros al 50%. Doble o nada, prácticamente como lanzar una moneda al aire. Una de las múltiples estrategias para ruleta es precisamente la de apostar el doble de lo jugado anteriormente para recuperar las posibles pérdidas producidas.

A eso jugó Revell, aunque lo hizo en una sola tirada por lo que no llegó a ejecutar del todo el sistema «Martingala«. Eligió su apuesta, recibió la suerte de millones de espectadores y a la aventura.

La locura de Revell fue recogida en una miniserie para uno de los canales de Sky cuyo nombre fue “Double or Nothing”. Es por esto que cogió tanta popularidad su jugada maestra. Una jugada que se centró en apostar al color del siguiente número en el que iba a caer la bola y en un principio apostó por el negro.

El problema fue que muchos de los presentes en el Plaza Casino le habían recomendado que apostara al rojo, y además una última corazonada en su cabeza le pedía cambiar. Se podía ver en su rostro a la perfección.

En el último suspiro, y mientras el crupier se lo permitió, Ashley cambió todas sus fichas al rojo. Tras unos segundos de auténtico infarto y varios rebotes alrededor del óvalo, la bola se posó sobre el 7 rojo. Revell solo pudo saltar de alegría y abrazar a los seres queridos que decidieron acompañarle. El inglés se dobló y se llevó la cantidad de 272.000$, algo que sí que le servía para tirar hacia adelante en sus propósitos.

El año 2004 estuvo marcado para muchos por esta increíble jugada que nadie pudo olvidar de su retina. Una jugada que le sirvió a Revell para abrir un negocio de juegos y apuestas online, como no podía ser de otra forma. Posteriormente acabaría cerrando, pero la fama le rondó durante bastante tiempo.

Tiempo suficiente para vender los derechos de su documental, aparecer en un programa de televisión titulado “THS Investigates: Vegas Winners & Losers”, y que un capítulo de la serie de televisión “Las Vegas” se inspirara en su relato.

Por todo ello también percibió ganancias y las invirtió en su negocio. Años después, Revell reconoció que lo que hizo fue una locura. Es evidente que no pensó en la magnitud de lo que se estaba jugando.

En ese momento solo tenía entre ceja y ceja ganar, sin importar lo que podía perder, que era todo. Sin embargo, el riesgo le llevó a la victoria y en una sola jugada. Muchos hubieran querido correr con su misma suerte en una tabla de casino.