Tute

tute

La mayoría de juegos de cartas que existen hoy en día tienen algún tipo de relación. Algunos obtienen este parentesco por el hecho de que son versiones de otros juegos originales.

Otros, sin embargo, sufren pequeñas modificaciones en las reglas y acaban surgiendo como juegos nuevos que se interrelacionan.

En este caso vamos a hablar del tute. Un juego que se hizo muy popular en la península ibérica y que se parece bastante a otros juegos que ya hemos visto.

Historia del tute

Este juego es originario de Italia. Debe su nombre a la palabra “tutti” que significa “todos” en este idioma. Durante los siglos XVI y XVII, los grandes miembros de la nobleza italiana ya practicaban el juego y lo ponían de moda entre las grandes esferas.

También los pelotones de soldados se distraían en sus ratos libres echando partidas de tute. Y seguramente de esa forma se extendió la práctica entre los soldados españoles también.

Al regresar a España, los miembros del ejército pusieron de moda el juego en la península. Tanto que llego a ser uno de los más practicados en este territorio. Los ochos y los nueves se apartaron de la baraja para que la versión española pudiera parecerse todo lo posible a la italiana.

El resto de reglas quedaron prácticamente idénticas. El siglo XIX fue el siglo de oro del tute y en los primeros años del siglo XX también se puso bastante de moda en los casinos españoles.

Ahora el tute solamente ha quedado para realizar torneos especiales en las casas de juego. Pero ya no se juega en mesas como antes ocurría.

Objetivo del juego

La finalidad del juego es intentar llevarse el mayor número de bazas como sea posible y sobre todo llevarse las bazas más altas que son las que darán puntos. Al final de la partida el jugador que haya obtenido más puntos será el que gane, por tanto el segundo objetivo es tener más puntos que tu oponente.

Se pueden ganar menos bazas que el rival, pero tener más puntos y coronarse como el ganador. Por tanto, es clave la calidad de las bazas ganadas por encima de la cantidad.

Elementos del juego

  • Baraja española de 40 cartas (oros, copas, espadas y bastos).
  • Tapete (opcional).
  • Fichas de poker para apostar (opcionales).
  • De 4 a 6 jugadores. Se puede jugar de forma individual o por parejas.

Cómo se juega al tute

Antes de explicar todo el desarrollo de una partida de tute hay que especificar de qué forma ha estado este juego presente en los casinos. En la mayoría de salas de juego, sobre todo de España e Italia, lo que se han organizado han sido torneos de tute.

Casi siempre se han desarrollado por parejas, aunque en algunos lugares se hacen competiciones de individuales. El ganador va pasando las diferentes rondas y al final hay premios para los últimos jugadores. Además, las partidas se organizan a varias mangas.

En este caso vamos a explicar el tute en parejas que es el más habitual y después daremos pinceladas de cómo se juega al individual. Lo primero de todo es que en las mesas hay cuatro jugadores y compiten dos contra dos.

Y por tanto, se reparten las cuarenta cartas de la baraja entre ellos, para que cada uno se quede con una decena de cartas en su mazo. Antes de hacerlo, siempre el jugador que está a la izquierda hará un corte en la baraja y después se dispondrá a la repartición.

Una vez hecho esto, la última carta que se queda el que ha repartido tiene que ser enseñada al resto de jugadores. El palo que contenga esa carta será el que se considere como palo de triunfo, que es el que supera a todos los demás palos.

Si la carta ha resultado ser un oro, entonces todos los oros serán superiores a cualquier otra carta de otro palo. Y además, en cada mano habrá un palo de salida. El palo de salida lo marca la persona que está a la izquierda del que ha repartido y que es el que lanza la primera carta.

Este jugador puede lanzar la carta que quiera, pero después el resto de jugadores tienen unas obligaciones que deben cumplir antes de hacer su lanzamiento. El primer jugador juega su primera carta y si el segundo tiene cartas del palo de salida entonces debe lanzarlas de manera obligatoria.

Es decir, si el primer jugador lanza un oro, el segundo debe lanzar otro oro si tiene. Pero la cosa no queda ahí, sino que además tiene obligación de ir a ganar la baza. Con lo cual, si tiene un oro mayor que el de su rival debe lanzarlo.

Puede ocurrir que el segundo jugador no tenga oros. Entonces ahí entran en juego las cartas del palo de triunfo. El jugador debería lanzar una carta de ese palo, que ganará a cualquier oro.

A menos que el palo de triunfo sean los oros, en cuyo caso solo podría echar un oro mayor si lo tuviera. Si ninguno de los condicionantes anteriores se da, el jugador no tendrá más remedio que ir a perder la baza. Podrá lanzar cualquier carta de otro palo, aunque eso suponga no llevarse esa baza.

El resto de los jugadores lanzarán cada uno una carta y el que haya lanzado la mayor será el que se quede esas cuatro cartas. Lo que hará será acumularlas en un montón que estará en su poder y una vez que acabe la partida las recogerá para contabilizar su puntuación final y la de su compañero de equipo.

Además, el jugador que se lleve la baza será el primero en salir en la siguiente y en la que se volverá a repetir todo el proceso que acabamos de explicar.

Así será hasta que se acaben las diez bazas de la partida, aunque entre medias se podrán ir haciendo una serie de “cánticos”. Los cánticos consisten en decirle al resto de jugadores las cartas especiales que ha conseguido.

Esto ayuda a que tanto su equipo como el rival sepan los puntos de diferencia que hay entre ambos y así la estrategia a desarrollar pueda ser más precisa.

Los cánticos se producen cuando un jugador se queda con el rey y el caballo de un mismo palo. Se pueden cantar las cuarenta si se ha quedado con estas dos figuras del palo de triunfo; y se cantarán las veinte cuando se quede con las figuras de otro palo que no sea el de triunfo.

Esto hace que en el recuento final de la mano se añadan veinte o cuarenta puntos a la puntuación de la pareja que los ha obtenido.

Partida de tute online

También existe la opción de cantar tute, que supone quedarte con los cuatro reyes o los cuatro caballos de cualquiera de los cuatro palos de la baraja. Eso sí, para ello previamente no se ha debido realizar ningún otro cántico.

Esto significa que si ya has cantado las veinte (rey y caballo de un palo que no es el de triunfo) después no se podrá cantar tute, aunque se obtengan los cuatro caballos o los cuatro reyes. Por eso muchos jugadores esperan a las últimas bazas para hacer los cánticos.

Incluso en algunos casinos y torneos cuando se canta tute se da por finalizada la partida. Esto es porque se considera ya casi imposible que ese jugador o ese equipo pierda la partida, y por tanto no tiene sentido seguir jugando.

No es algo que esté generalizado, lo más normal es finalizar la manga independientemente de los cánticos.

Una vez acabada la partida se realizará el conteo de puntos. Llegados a este momento es importante mencionar el valor de las cartas de mayor a menor y los puntos a los que equivalen cada una de ellas:

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  • As (Once puntos)
  • Tres (Diez puntos)
  • Rey (Cuatro puntos)
  • Caballo (Tres puntos)
  • Sota (Dos puntos)
  • Siete (Cero puntos)
  • Seis (Cero puntos)
  • Cinco (Cero puntos)
  • Cuatro (Cero puntos)
  • Dos (Cero puntos)

Los naipes del siete al dos, sin contar el tres, no tienen ninguna puntuación, pero pueden servir para ganar bazas que vayan a cartas bajas. En algunos torneos tienen mucha importancia, ya que se puede jugar a ganar más bazas que el contrario (seis).

En este sentido el tute sería más parecido aun al bridge, en el que se tienen que plantear un número de bazas concretas a ganar por parte de uno de los equipos.

En el recuento de puntos es importante saber que la pareja que se lleva la última mano tendrá diez puntos extra. Esto se hace para obligar a los equipos a ir a por todas hasta el final y asegurar que haya competitividad en la manga. El número de puntos totales de la baraja es de 120, el de los cánticos de 100 y el de la última mano de 10.

Por tanto, uno de los equipos (el que más puntos tenga) será el ganador y el que se sume un tanto. En caso de que se produzca un empate, la victoria quedará para el equipo que se haya llevado los diez puntos de la última baza.

En algunos torneos, si la pareja supera los cien puntos se le asigna un tanto extra. Es una manera de premiar una gran jugada por parte de un equipo.

Funcionamiento de las partidas individuales

Lo único que cambia dentro de las manos individuales es que se reparten solo ocho cartas de inicio. El resto de cartas se dejan cubiertas en el mazo, a excepción de una que se deja visible al lado de las demás amontonadas.

Esa será la carta que marque el palo de triunfo. Y si esta carta es superior a siete, es decir, es un as, tres, rey, caballo o sota podrán intercambiarse. El jugador puede dejar una carta en el lugar de la otra carta y tomará esta segunda como parte de su mano.

Cuando el mazo se acaba y el último jugador necesita tener una carta más, se tomará la que estaba marcando el palo de triunfo. Pero solo en esas condiciones, nunca antes a menos que sea un intercambio permitido.