Las Vegas en los Balcanes: el Casino Bernardin

entrada del casino bernardin

Si de salas de juegos es de lo que queremos hablar que mejor que desplazarnos al denominado como “país de los casinos”. Ese es el nombre que recibe Eslovenia para muchos de los dos millones de habitantes que se encuentran asentados en este territorio y también para la gran cantidad de turistas que les visitan cada año. Tanto es así que de hecho una de las empresas más importantes de la comarca ideó un proyecto basado en construir un Las Vegas en Europa, en la frontera de la región balcánica con Italia.

Aunque el plan no terminó de cuajar lo que si es cierto es que muchos otros casinos si lograron abrir sus puertas. Ellos fueron el germen que sentarían las bases futuras de los casinos online, que también abundan en tierras eslovenas. Entre los más destacados está el Casino Bernardin. Una preciosa sala de juegos a orillas de la costa que baña el mar Adriático y que es la más grande de todo el territorio. Forma parte del complejo San Bernardín, uno de los resorts más lujosos e importantes de la zona. Un lugar en el que pasar unas vacaciones tranquilas y también en el que disfrutar del tiempo de ocio. La propuesta del casino es sencilla y directa por lo que vale la pena analizarla.

Entorno del Casino Bernardin

El casino se sitúa en la zona costera del barrio de Portoroz, dentro de la ciudad eslovena de Piran. La villa, con una población de más de 17.000 habitantes, está situada en la parte más al suroeste de Eslovenia en la costa del mar Adriático. Portoroz es uno de los destinos preferidos de la península balcánica por sus espléndidas playas de agua cristalina, además de todo el entorno natural que lo rodea. Es el destino ideal tanto para los habitantes del propio país como para los turistas.

Las malas lenguas dicen que no tiene el encanto de otros destinos de la zona como son Izola o Piran. El casco antiguo de Portoroz no es tan imponente, ya que de algunos edificios solo se conservan las ruinas. Sin embargo, este lugar ha conseguido hacerse un hueco con una oferta diferente. Grandes compañías multimillonarias seleccionan su zona costera para realizar grandes reuniones y eventos, algo que el resto de ciudades no pueden ofrecer. La población llega incluso a triplicarse en algunos periodos gracias a estas congregaciones.

Solo hace falta dar un pequeño rodeo por Portoroz para darse cuenta del lujo que desprenden los edificios construidos alrededor de la ciudad. Casi todos fueron construidos en la Edad Media, cuando los habitantes empezaban a explotar todos los recursos del terreno y con ello atraían a lo mejor de la aristocracia de Europa a sus tierras. Uno de sus mayores atractivos lo encontramos en el sector náutico. El puerto deportivo es uno de los más grandes del mar Adriático y como tal atrae a las mejores embarcaciones de la zona. Agrupaciones de yates se reúnen de forma casual en el complejo para asistir a concursos y celebrar fiestas de alto standing.

vistas del complejo San Bernardin

Fuente: casinobernardin.si

Aparte, el entorno natural de la metrópoli enamora a los más adictos a los grandes paisajes. Cuenta con varias rutas por las que divagar hasta encontrar uno de los castillos más bonitos de todo el país y un laberinto de galerías que se considera de los más visitados del mundo. En Portoroz convive un clima de tranquilidad y relax con un buen ambiente nocturno e infinidad de actividades deportivas. Tanto en la ciudad como en los alrededores abundan termas de barro. De ellas se dicen que son curativas y por ello encontramos una gran oferta hotelera basada en grandes balnearios y spas.

Precisamente en esa oferta se encuentra el complejo turístico Bernardin. Un resort de categoría y que ofrece las mayores comodidades en hoteles de hasta tres categorías diferentes en los que poder alojarse. Cada uno de ellos cuenta con su correspondiente playa privada en las que refrescarse, y por si fuera poco cuentan con monitores especializados para dar clases a los turistas sobre deportes acuáticos. Los cursos de buceo ofrecen explorar las profundas aguas eslovenas, en las que encontrar paz y tranquilidad, sobre todo. Y por supuesto encontramos el Casino Bernardin, que cuenta con el salón de juegos más grande de toda la costa y con vistas al mar.

Historia del Casino Bernardin

A partir de la segunda mitad del siglo XIX fue cuando realmente los habitantes de Piran decidieron estimular el turismo en la región. La propuesta inicial fue ofrecer tratamientos de salud aprovechando sus aguas termales y poco a poco fue funcionando. Tanto que en la última década de siglo se iniciaron numerosas construcciones dentro de la villa. La última de ellas fue el majestuoso Hotel Palace para poder alojar a los turistas. Para los huéspedes de mayor categoría se instaló el primer casino de la ciudad en 1913.

Con la llegada de las dos guerras mundiales toda la producción descendió notablemente. Sin embargo, una vez concluidas se inició un proceso de reconstrucción por parte de la antigua Yugoslavia que ayudó mucho a la ciudad. En el barrio de Portoroz los casinos fueron el principal sustento de inversiones extranjeras y ayudaron a construir todo el puerto deportivo que hoy se puede ver.

Antes de que las grandes empresas empezaran a fomentar los complejos hoteleros, la costa del mar Adriático era muy frecuentada por transatlánticos y embarcaciones más pequeñas. Como tal, la zona necesitaba disponer de un astillero en el que se pudieran reparar las posibles averías en los barcos. Cuando los terrenos cambiaron de dueños el astillero se desplazó a la ciudad de Izola, apenas a 14 kilómetros de Portoroz. En el lugar en el que se levantaba este centro de reparación sería donde nacería el resort al que pertenece el casino.

En 1971 una empresa de Ljubljana ideó la construcción del complejo Bernardin y el primer edificio que se levantó fue el hotel que llevó su mismo nombre. Cinco años más tarde se levantaron otros dos alojamientos más y el primer casino del lugar. El nombre de San Bernardino fue heredado de la iglesia benedictina de la que actualmente solo quedan ruinas y que se denominó de esa manera.

Junto a toda la construcción se instauró en los años 80 la discoteca Arcadia, como parte de toda la zona nocturna asentada años más tarde. Bernardin se convirtió en la principal comunicación entre Portoroz y Piran y en los siguientes años atrajo a millones de turistas a sus costas. No sería hasta el año 2007 cuando nacería el Casino Bernardin precisamente en el mismo lugar en el que estaba la antigua discoteca. El objetivo era construir el mayor centro de juegos de la costa de Eslovenia y lo acabaron consiguiendo.

El Casino Bernardin

Vayamos ahora a lo que es el casino en sí y mostremos las posibilidades de lujo que ofrece a sus clientes. Una gran oportunidad para triunfar en el pequeño país balcánico y en una de sus salas de juego más destacadas.

El casino proporciona una variedad que alcanza un total de más de 200 máquinas en las que poder apostar. Más concretamente dispone de 176 máquinas tragaperras de todo tipo y en las que esperan grandes premios. La apuesta mínima es de 0,01 euros y la disponibilidad de estos aparatos es total durante todo el horario de apertura. También dispone de tres ruletas con ocho puestos para apostar en cada una de ellas. En su caso la apuesta mínima es 0,25 euros, además de estar equipadas con cómodos asientos.

Por si fuera poco, cada noche se organizan partidas de bingo a partir de las 22:30 horas con premios más que suculentos. Desde automóviles, pasando por motocicletas, hasta viajes para recorrer el mundo. También cuenta con sorteos excepcionales en los que las posibilidades de los clientes se incrementan en función de los cupones que compren. Los clientes habituales tendrán la oportunidad de unirse al Club Casino Bernardin con el que recibirán descuentos y beneficios adicionales. Enseñando la tarjeta de la asociación, el cliente recibe suculentos slots para apostar dentro del casino y también vales para gastar en los restaurantes de alrededor de la zona.

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En sus salas privadas los consumidores VIP podrán jugar tanto al blackjack como al Texas Holdem. Además, podrán degustar las delicias culinarias del bar con el que cuenta el propio casino. También cuenta con sala de cine, zona para fumadores y estacionamiento sin gastos añadidos. Entre los eventos adicionales que suelen organizar dentro de la instalación destacan degustaciones, cenas temáticas, selecciones para el concurso de Miss, exposiciones, fiestas, banquetes, sesiones de baile, desfiles de moda y música en vivo. Por el lugar han pasado grandes grupos muy conocidos de todos los estilos de música, entre los que destacan los Rolling Stones. Aquí tocaron en directo su famosa canción “Tumbling Dice” hace un par de décadas.

Un destino muy elegido por las “celebrities” por el encanto del resort al completo. Su oferta es atractiva, concreta y que ha repartido varios premios importantes en el último año. Más de 1.000 euros en las tragaperras, en torno a los 2.500 euros en las ruletas y más de 12.000 euros en las partidas especiales de sus salas privadas. Una auténtica aventura que nos espera todas las noches del año.