Patolli: el juego de apuestas de Mesoamérica

Hoy en día los casinos en línea ofrecen una variedad considerable de juegos, que van desde los clásicos como póker y ruleta, ejemplos conocidos por todos y que muy seguramente fueron el primer acercamiento de muchos a este tipo de entretenimiento.

Muchos no lo saben, pero los juegos de azar y las apuestas ya estaban presentes en México desde mucho antes de la llegada de los españoles. Se trataban de actividades que, además de servir como entretenimiento en dicha zona, también tenían un propósito ceremonial y religioso.

De todos estos juegos el Patolli es uno de los más antiguos de la América precolombina. La palabra significa “frijoles” y se refiere en específico a aquellos que son rojos y pequeños. Precisamente estos frijoles juegan un rol fundamental en el juego, al fungir como fichas. Se trata de un juego que comparte similitudes con el Parchís.

Historia y trasfondo

Se trata de una actividad practicada por los teotihuacanos en el actual Estado de México, entre el año 200 a.C y el 1000 d.C, pero también tuvo gran popularidad entre los toltecas (entre el año 700 y el 1000 d.c en regiones de Hidalgo) en la península de Yucatán con los mayas (del 1100 a 1300 d.C.), así como los mexicas en México-Tenochtitlán, entre 1168 y 1521, año en el que se dio la conquista.

Bernardino de Sahagún, misionero franciscano y considerado uno de los mayores expertos de la lengua náhuatl en la época virreinal, describió al Patolli en el quinto libro de su obra Historia General de las Cosas de la Nueva España, conformada por 12 tomos, como una actividad con tintes religiosos y ceremoniales, debido a que los mexicas tenían un ciclo de tiempo de 52 años, la misma cantidad de las casillas del juego de apuestas, aunque aún no hay más claridad al respecto.

El Patolli apareció en códices como el Magliabechiano, en el que se menciona que Macuilxochitl, también conocido como Dios de las Cinco Flores, era la deidad del patolli, los juegos de apuestas, la música y la danza.

Antes de cada juego, los participantes veneraban a este dios, al ofrecerle comida e incienso. Las apuestas solían ser de adornos de oro, piedras preciosas, mantas, plantas de maguey y ropa. Incluso había algunos que se quedaban sin posesiones y apostaban su libertad, es decir, se ofrecían como esclavos.

Pasada la conquista, el juego fue prohibido por los españoles, al calificarlo como una actividad pagana y que iba en contra de la economía de la Corona, pues existían algunas personas que generaban ganancias considerables que eran incómodas para dicho gobierno europeo, al no estar regulados por impuestos.

Aunque hoy hay comunidades en México que siguen jugando este juego, lo cierto es que la cifra es mucho menor a la de los años precolombinos.

El tablero y sus accesorios

El tablero de patolli tiene forma de cruz diagonal y está dividida en 52 casillas, mitad rojas y mitad azules. En vez de dado, existían cinco frijoles con puntos con los que se podía avanzar, mientras que las fichas eran piedras de colores.

El tablero estaba grabado sobre rocas o en esteras (tejidos gruesos de palma, juncos o esparto) y usualmente eran colocados en orientación con los puntos cardinales.

Debido a las diferentes culturas mesoamericanas que utilizaron el patolli, hay muchas variaciones en el diseño, pero el principio es el mismo, al simular el ciclo de tiempo.

En lo que a los frijoles se refiere, estos tenían marcas en una de sus caras para funcionar en el sistema de puntaje y avance. Los dados también podían ser reemplazados por cañas cortadas a la mitad.

Las tiradas eran realizadas con los cinco frijoles. Las marcas hacia arriba indicaban el número de casillas para avanzar, salvo que ninguno los cinco frijoles tengan la marca en la cara superior, brindando la posibilidad de avanzar el doble, es decir, 10 casillas.

Conteos

  • Los cinco frijoles tienen la marca hacia abajo – avance de 10 casillas
  • Los cinco frijoles tienen la marca hacia arriba – avance de cinco casillas
  • Cuatro frijoles tienen la marca hacia arriba – avance de cuatro casillas
  • Tres frijoles tienen la marca hacia arriba – avance de tres casillas
  • Dos frijoles tienen la marca hacia arriba – avance de dos casillas
  • Un frijol tiene la marca hacia arriba – avance de una casilla

 

Reglas del juego

Los jugadores debían hacer recorrer todas sus fichas por todo el tablero, utilizando los frijoles para puntuar. El juego estaba diseñado para enfrentar de dos a cuatro jugadores, cada uno de ellos con seis fichas.

La idea también era ganarle al rival todas sus reservas de apuestas. Una vuelta al tablero equivalía a un recorrido por los cuatro extremos y de regreso a las casillas centrales, que eran el punto de la partida.

Para que una ficha pueda entrar en el tablero, el jugador necesitaba sacar un punto con su tirada (que solo un frijol tenga la marca hacia arriba). En caso de tener más de un dado con marca, se tenía que pagar una apuesta.

Cada vez que se obtiene un punto se puede incorporar una piedra en el tablero, con el fin de que las seis fichas estén en juego, aunque hay una excepción: si el jugador tiene una ficha a una casilla de la meta y otra en espera de entrar al tablero, se le da prioridad a la que ya está en juego, por lo que necesitará de otra tirada igual para sacar su ficha en juego.

Cada ficha ingresada es colocada en el tablero y avanza en sentido de las agujas del reloj, con la meta de darle la vuelta.

Dos fichas no pueden estar en la misma casilla. Una ficha en casillas centrales o contigua puede ser eliminada por una del rival, siempre y cuando caiga en el mismo sitio.

Cuando un jugador mete una ficha en la meta, tiene el derecho de cobrar una apuesta y realizar una jugada. Si para la siguiente jugada el contrincante obtiene los mismos puntos para ingresar a la meta, el primer jugador pierde su apuesta y se la debe entregar a quien pagó.

El tablero cuenta con ocho casillas por debajo de los triángulos negros. Si un jugador cae en alguna de estas ocho casillas, está obligado a pagar dos apuestas.

El caso contrario ocurre cuando el jugador cae en alguna de las ocho casillas semicirculares que hay en cada extremo del tablero, tiene la posibilidad de jugar doble turno.

En caso de sacar puntos que no le permita avanzar fichas, debe pagar apuesta y ceder su turno al siguiente jugador.

En caso de que a un jugador le eliminen todas sus fichas, pierde a partida y debe pagar una apuesta más.