Jugar al Keno es muy sencillo, ya que se trata de un juego que no implica reglas demasiado complicadas. De cualquier modo gracias a la guía que vamos a ofrecerte no presentará ninguna dificultad.
Empecemos por el principio, con un poco de historia y contexto: ¿de dónde viene el Keno?
Tabla de contenidos
Origen del Keno
Este juego existe desde hace mucho tiempo, se lleva jugando quizá miles de años ya que se trata de uno de los juegos de azar por dinero o apuestas más antiguos que se conocen. Se cree que viene de China aunque, como todas las manifestaciones populares, no hay documentado un origen cierto que nos haga situarnos en un momento y lugar con exactitud.
La corriente mayoritaria entre los estudiosos del origen del juego de azar lo sitúa en China hace unos 3.000 años, en plena Dinastía Han. Eran tiempos duros, de guerras interminables y de pobreza generalizada (las guerras en la antigüedad ahogaban al pueblo a base de impuestos para poderla sufragar).
El líder de la Dinastía Hang, Cheung Leung, tuvo la idea de crear una especie de lotería con la que obtener más dinero de los ciudadanos sin cargarlos de más impuestos.
Este juego, por supuesto, era el Keno. Como todas las loterías, las organiza una autoridad pública o administración, de modo que «la casa» en este caso eran los propios gobernantes que obtendrían del juego en cuestión una nueva forma de financiación. Se dice de hecho que parte de la construción de la Gran Muralla China se costeó gracias al Keno.
Pero como todas las historias sin contrastar con documentos, vamos a dejar esta parte del origen del Keno en origen posible, pero no demostrado. El modo en que se configuraría, según la leyenda, tiene que ver con un juego popular con el que aprender a escribir en chino y que contenía nada menos que 1.000 símbolos distintos.
Se dice que Cheung Leung tomó 120 de esos símbolos (los primeros), y con ellos inició la andadura del Keno que se jugaba con pasión por el -enorme- territorio chino, llevando incluso noticia de los resultados periódicos a las áreas más remotas a través de palomas mensajeras.
Lo que sí sabemos es que en 1847 el gobierno portugués de Macao decidió extender licencias para operadores de lotería, lo cual incluyó al antiguo Keno. A día de hoy, en China se juega todavía con los caracteres chinos pero en un número inferior, concretamente 80.
En occidente también, salvo que los caracteres chinos se han sustituido por números. La emigración China a Estados Unidos hizo que el Keno cruzara el océano y pronto cobró popularidad. Se adaptó al idioma y sorteó la prohibiciones de legalidad a principios del siglo XX.
Es curioso que para sortear prohibiciones se le llamó en ocasiones «Racehorses Keno» o sea, carrera de caballos Keno, nombre que aún perdura en algunos casinos.
Objetivo del juego
En el Keno el objetivo es muy sencillo: se trata de vaticinar combinaciones de números, al estilo de la lotería o el bingo. En el caso del Keno se trata de escoger grupos de 20 números (o menos) entre los 80 con los que parte el juego y predecir que esos serán los escogidos, colocando la apuesta deseada a esa combinación.
Mecánica del juego
En un casino tradicional, al jugador se le reparten unas tarjetas en las que se contienen los 80 números del Keno. Debe seleccionar de entre ellos unos 20 números o incluso un número inferior (según las reglas de las distintas variantes existentes).
Generalmente se trata de cartones de papel en los que el jugador tacha los números, de modo muy similar a muchas loterías españolas o sorteos oficiales o el bingo. La forma más común incluye diez columnas y ocho líneas en las que están todos los números ordenados.
El cartón o papel se entrega al crupier o representante de la casa que, tras pasarlo por un lector electrónico que lo valida, entrega al jugador una especie de «recibo» electrónico que será su participación válida (y que contiene la combinación escogida).
Para decidir cuál es la combinación ganadora se van a obtener los veinte (o menos) números a través de un método completamente aleatorio, de forma que sea al azar el que elija.
Este sistema con el que obtener la combinación ganadora puede variar, desde una especie de bombo con bolas a versiones más tecnológicas, con pequeñas computadora que efectúan la elección a través de un generador de números aleatorios.
Hecho el sorteo de los números y comprobadas las tarjetas de los jugadores, lo siguiente es atribuir un premio a la combinación ganadora si la hubiera: En el casino se dispone de una tabla de premios prevista (es esencial que exista antes de ponerse en marcha en juego, para que el jugador tenga toda la información y decida cuánto apostar). Se le paga al jugador en proporción a cuántos números ha acertado y a la apuesta realizada.
Cada casino puede establecer la tabla de pagos como mejor le parezca, estableciendo premios mayores o menores según considere. Lo que está claro es que cuantos más números acierte un jugador, mayor será su recompensa. Por ejemplo, no es extraño que los casinos paguen cantidades que multiplican por diez o incluso por veinte la apuesta del jugador en la que acierta 20 números.
El Keno en la actualidad
El Keno sigue siendo un juego que aparece frecuentemente en los casinos alrededor del mundo, aunque hoy es posible jugar desde tu propia casa con dinero real gracias a su versión online: es muy sencillo, a base de clics de ratón seleccionas los números que prefieras y esperas a que el sistema empiece a dejar caer los números elegidos.
Los números que han salido, si coinciden con los que has tachado, se van a resaltar. Por tanto es sencillo en cuanto a la mecánica y más si tienes en cuenta que existe la posibilidad de jugar al Keno gratis.
Con comandos que facilitan realizar la apuesta (escogiendo un determinado valor y número de monedas o créditos apostados) y la posibilidad de incorporar o no efectos de sonido, se ha conseguido un resultado muy entretenido y cercano a la sensación real.
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