Podemos decir que la historia del azar en el Perú comenzó desde el principio del siglo XX, cuando llegaron los hipódromos al país. Estos centros de esparcimiento destacan por sus carreras de caballos y por albergar sus propios casinos, en los que los jugadores pueden disfrutar de lo mejor del póker, blackjack, ruletas y, sobre todo, máquinas tragaperras.
Precisamente Lima es sede de uno de los hipódromos más conocidos de Latinoamérica: el Hipódromo de Monterrico, sede del famoso Jockey Club del Perú. Pero antes de Monterrico, la capital peruana tuvo dos hipódromos que también funcionaron como la sede del prestigioso club.
Hipódromo de Santa Beatriz
Esta una instalación deportiva que pertenecía al Estado Peruano y era administrada por el Jockey Club del Perú, con una actividad hípica que ocurrió entre 1903 y 1938, año en el que se inauguró el Hipódromo de San Felipe.
Se ubicaba en los terrenos donde actualmente está el Campo Marte, del barrio sureño de Santa Beatriz, con una fachada de estilo arquitectónico neomudéjar, arcos moriscos y galerías.
Fue a finales del siglo XIX que la Municipalidad de Lima le otorgó al Jockey Club del Perú la renta de los terrenos del fundo “Santa Beatriz”. Su construcción comenzó casi al instante y fue en julio de 1903 que se acabaron las obras para inaugurarse.
Su pista era de mil 600 metros de largo por 12 de ancho y contaba con un estilo morisco también en sus tribunas. Fue en 1909 que se sometió a una remodelación, en la que se agregaron tribunas de segunda, mientras que en 1924 se ampliaron las instalaciones.
Entre sus instalaciones también se encontraba una sala de juegos, en la que los visitantes podían divertirse y apostar en juegos de cartas y ruletas, juegos típicos en los casinos.
El hipódromo llegó a funcionar, de forma simultánea, como campo de golf entre 1915 y 1923, hasta que un caballo de carrera que pertenecía al entonces presidente Augusto B. Legua, se lesionó al pisar una pelota de golf, por lo que se terminó prohibiendo esta actividad en el inmueble.
Fue en 1938 cuando el crecimiento urbano y demográfico de la ciudad provocó que los terrenos del hipódromo fueran solicitados por el Estado, dándole fin a la actividad hípica en Santa Beatriz.
Hipódromo de San Felipe
Esta instalación deportiva se ubicó en el distrito de Jesús María de la capital, muy cerca de la avenida Salaverry. Perteneció al Estado Peruano y también fue administrada por el Jockey Club del Perú, que también puso en operación un salón de juegos con póker y ruletas.
Al entregarse los terrenos de Santa Beatriz, el gobierno del presidente Óscar R. Benavides dio en concesión un terreno de Jesús María por un periodo establecido de 99 años, fundándose en 1938 el hipódromo.
Este hipódromo se vio superado por la propia demanda, luego de que el 30 de noviembre de 1952, ante ciertas irregularidades en las carreras, los apostadores invadieron la pista y evitaron la realización de la séptima carrera de ese día con pedradas.
Un año antes, ya se planeaba la construcción de un nuevo recinto, el cual se erigió en el distrito de Santiago de Surco. El de San Felipe terminó de utilizarse en 1960, siendo otorgado a la Marina de Guerra del Perú, que instaló su ministerio y que actualmente cuenta con la Real Plaza Salaverry, así como un conjunto residencial de la Fuerza Aérea del Perú y la Residencial San Felipe.
Hipódromo de Monterrico
También conocido como “El Coloso de Surco”, el Hipódromo de Monterrico está ubicado en el distrito de Santiago de Surco y pertenece al Jockey Club. Su construcción inició en 1954 y fue fundado el 18 de diciembre de 1960, con el presidente Manuel Camacho Ugarteche.
Este complejo cuenta con dos pistas, la principal de arena y con 1800 metros de longitud, en tanto la segunda es interior y es de 1600 metros de largo, específica para carreras de césped. Contó con una inversión de 4.500.000 dólares de la época. Cuenta con estacionamientos, 37 palcos para socios y una tribuna para más de ocho mil personas.
Debido a la distancia del hipódromo con la zona urbana en los años 1960, se pusieron en marcha cinco líneas de buses que partían de distintos puntos de la ciudad (como la avenida Aviación con Unanue en La Victoria, la Plaza San Martín, la Plaza Grau, la esquina de la avenida Arenales y Javier Prado en San Isidro y el último desde la calle Schell en Miraflores).
En la década de los ochenta fue que se inauguró la pista de césped y se equiparon con un circuito cerrado de televisión, así como con la sala de juegos, en las que destacaron sus decenas de máquinas tragaperras y sus juegos de blackjack y ruleta.
Para 1995, se destruyó una pista auxiliar del lado norte para que se construyera el Jockey Plaza Shopping Center. Dos años después, se abrió el Daytona Park, un parque que cerró en 2001.
Es actualmente uno de los centros de entretenimiento más importantes de Lima y el propio Perú.
