Pocha

Reglas Pocha

Un juego muy popular en el territorio nacional vamos a explorar hoy en el capítulo de juegos de casino olvidados.

La pocha es otro de esos juegos que contiene unas reglas similares al tute, pero con algunas variantes que se deben señalar. Es un juego muy popular tanto entre estudiantes, como entre gente mayor.

Historia de la Pocha

La pocha es un juego que nació en España. No se data la fecha en la que apareció, pero no tardó demasiado en convertirse un juego muy popular en cafeterías y salones de casino.

Históricamente se ha utilizado para realizar torneos, ya que es un juego complicado de jugar en una tabla al uso de una sala de juegos. En los casinos online si que ha sido incluido en la oferta de muchos de ellos.

Objetivo del juego

El fin de la pocha es el de intentar ganar las bazas que se apuestan al inicio de la manga y hacerlo logrando el mayor número de puntos posibles durante las propias bazas.

Ambas cosas son importantes ya que no ganar las bazas apostadas da necesariamente la victoria, todo depende de la puntuación final que se realiza. Si se ganan más bazas de las necesarias se resta.

Elementos del juego

  • Baraja española de 40, 48 o 50 (48 + 2 comodines) cartas.
  • Tapete (opcional).
  • Fichas de poker para apostar (opcional).
  • De 3 a 8 jugadores. Con tres jugadores pueden suprimirse los doses. De 4 a 6 jugadores se emplea una sola baraja de 40 cartas. A partir de 7 jugadores pueden emplearse las barajas de 48 incluyendo ochos y nueves o incluso de 50.

Cómo se juega a la Pocha

La pocha es un juego que tiene unas reglas que derivan de otros juegos de cartas similares, pero a su vez tiene algunas particularidades en su forma de repartir los naipes que puede llegar a ser liosa y que vamos a explicar minuciosamente.

Lo que hay que saber es que es importante tanto el número de jugadores que juegan, como las cartas que hay en la baraja.

Es una práctica en la que pueden jugar de tres a seis jugadores. Lo más normal es que jueguen cuatro o cinco, pero también pueden llegar a participar hasta ocho contendientes si se emplean todos los comodines con los que cuenta la baraja española. También hay casinos en los que juegan hasta 10 participantes.

En la mayoría de las salas de apuestas este juego se desarrollaba en torneos promocionados por la propia marca del casino. Es complicado que se juegue en una tabla al uso porque el juego puede durar bastante y no se puede cambiar de jugadores en cualquier momento, ya que es un juego que requiere de puntuación.

Antes de arrancar hay que tener en cuenta el orden jerárquico de las cartas y que será importante para el desarrollo de una partida. Es el siguiente:

  • As
  • Tres
  • Rey
  • Caballo
  • Sota
  • Siete
  • Seis
  • Cinco
  • Cuatro
  • Dos

Una vez sabido esto comienza el reparto de las cartas que es cuanto menos singular. El crupier reparte una carta a cada jugador y el que obtenga la carta más alta es el que jugará por primera vez en la partida. El turno de arranque de una baza va cambiando siguiendo el sentido contrario a las agujas del reloj.

En primer lugar se reparte una carta a cada jugador. Hay algunas versiones en las que se reparte una carta a cada apostador tantas veces como jugadores haya. Tomando el ejemplo de que juegan cuatro jugadores deberían repartirse cuatro rondas de una carta a cada jugador. Sin embargo, en la mayoría de casinos solo se juega una ronda de una carta para darle más dinamismo al juego.

Después se reparten dos cartas a cada jugador, luego tres y luego cuatro hasta que ya no queden cartas en el mazo.

Si hay 40 cartas en la baraja, juegan 4 jugadores y en la primera mano se reparte una carta a cada una quedarían 36; si en la siguiente se reparten 2 a cada jugador quedarían 28; sin en la siguiente se reparten 3 a cada jugador quedarían 16; y en la siguiente ya solo se podrían repartir cuatro.

Una vez que se jueguen esas manos y se anoten los puntos obtenidos se repartirán todas las cartas tantas veces como jugadores haya.

En este ejemplo se repartirían otras tres veces más 4 cartas a cada jugador y después se iría disminuyendo la repartición de cartas de nuevo de una en una; se repartirían tres a cada jugador, luego dos y luego una. Y siempre en cada mano inicia la partida el jugador de la derecha.

Antes de arrancar con el juego en sí hay que tener en cuenta que la pocha es un juego de apuestas. Es decir, antes de empezar a jugar los jugadores tienen que indicar el número de bazas que piensan que se van a llevar.

Una baza es el resultado de que cada jugador lance una carta y el que haya echado la más alta es el que se la adjudica. Los jugadores pueden especificar el número de bazas que quieran que piensen que van a ganar.

A excepción del último jugador. Y es que el número de bazas total de entre todos los jugadores nunca podrá ser igual al número de cartas repartidas. Lo aclaramos con un ejemplo.

Si se han repartido 10 cartas, el primer jugador asegura que puede ganar 4, el segundo 2 y el tercero 3. La suma de las bazas de los tres primeros jugadores es de 9 bazas, por tanto el cuarto no podrá decir que va a ganar una, tendrá que decir o que no gana ninguna o que gana más de una.

La explicación es sencilla. Si el último jugador apostara que gana una baza y por tanto el total de bazas fuera de 10, igual que el número de cartas repartidas, podría darse el caso de que todos acertasen su predicción.

En ese caso no habría perdedor y en este juego eso no se puede dar. Habiendo 10 cartas repartidas puede darse que el número de bazas a ganar por las apuestas de los jugadores sea de 11. En ese caso alguien va a equivocarse sí o sí.

En cada baza existen una serie de reglas a cumplir por los jugadores. El primer jugador podrá echar la carta que quiera, pero después el resto de jugadores tendrán una serie de obligaciones según lo que el rival haya echado.

Tras repartir las cartas correspondientes se deja una carta boca arriba y el palo de la misma será el palo de triunfo. Si se reparten todas las cartas, el último jugador debe enseñar la última que reciba y esa será la que establezca el palo de triunfo.

Entendiendo esto, si el primer jugador sale con una carta de palo de triunfo el resto de jugadores están obligados a echar otra carta de este palo y que la supere si es posible. Si no se cuenta con ningún naipe del palo de triunfo se puede echar cualquier otra carta.

Y si el primer jugador no arranca con una carta de palo de triunfo, el resto de jugadores estarán obligados a echar una carta del mismo palo del que él haya echado y que además sea más alta.

Es el denominado palo de inicio. Si no tuvieran cartas del palo de inicio están obligados a echar una carta del palo de triunfo para superarle. Si tampoco se da este caso, entonces se puede echar cualquier otra carta.

Se dan casos en los que el primer jugador echa una carta cualquiera y el siguiente echa una carta del palo de triunfo. En ese caso el resto de jugadores pueden echar una carta del palo de inicio aunque sepan que van a perder la baza.

Si no se tiene palo de inicio, entonces si que se obliga a echar una carta de palo de triunfo que sea más alta que la que ya hay en la mesa. Sino se emplea cualquier otra carta.

Una vez que se finalizan todas las cartas se procede a la recolección de los puntos. Si un jugador cumple su apuesta y gana todas las bazas que dijo al inicio de la partida se adjudica 10 puntos.

En caso de no cumplir con lo dicho al inicio, el jugador restará cinco puntos por cada de diferencia que se haya equivocado tanto de más como de menos. Por ejemplo si dijo que ganaría cinco bazas y ha ganado cuatro restaría cinco, pero si ha ganado seis también restaría 5.

Lo bueno de este sistema de puntaje es que no importa si logras cartas altas o bajas, no por ello hay más posibilidades de llevarse la partida. En otros juegos ocurre al contrario y eso limita mucha la acción de los jugadores a los que se les repartan cartas muy bajas. Es lo bueno que tiene la pocha y que la hace especial.

Luego hay distinciones especiales como ganar las bazas en copas que en algunos lugares hace que los puntos se multipliquen por dos y si se logra en oros se multiplique por tres. Aunque en líneas generales todos los palos valen por igual.

También puede pedirse pocha en las apuestas iniciales, que es asegurar que ganarás todas las bazas. En caso de lograrlo se ganaría de forma automática la manga.