Hoy les queremos mostrar cómo jugar al juego Casino War. Un entretenimiento muy divertido, dinámico, muy sencillo de aprender a practicar y además que resulta adictivo una vez que lo pruebas.
Se trata de un juego de cartas en el que compiten dos jugadores y uno debe sacar una carta más alta que la de su rival para ganar.
Un juego que ha servido como pasatiempo para muchas generaciones de las últimas décadas del siglo pasado y que más tarde se trasladaría a los casinos para hacer las delicias de los mejores apostadores.
Esta práctica ofrece la posibilidad de jugar cara a cara frente a la banca, algo que suele ser menos común que vérselas con otros jugadores.
Como tal, las posibilidades de salir victorioso son superiores para la sala de juegos, sin embargo las ganancias que pueden obtener los jugadores son muy suculentas.
Está basada en una versión de un juego de mesa al que casi todos hemos desafiado alguna vez de pequeños y que puede traernos muy buenos recuerdos. Para ello vamos a recordar las normas básicas y a diseñar la estrategia.
Tabla de contenidos
Historia del Casino War
Este sencillo juego de cartas apareció en el siglo XX, en torno a los años setenta. La idea surgió de un director de casino que quiso darle una vuelta de tuerca a su negocio. La sala de juegos prosperaba favorablemente, pero se dio cuenta de que había una parte de su clientela de la que recibía quejas.
Estos jugadores aseguraban que juegos como los craps o la ruleta americana no terminaban de convencerles, mientras que otros como el blackjack, el baccarat o el Texas Holdem tenían el problema de que la estrategia era larga y complicada.
Demandaban una oferta más sencilla, un juego que fuera rápido, dinámico y sencillo. No querían tener que diseñar estrategias muy enrevesadas para ganar algo de dinero.
Y el resultado fue que este magnate, de identidad desconocida, creó el juego llamado “War” y que más tarde acabaría rebautizado como el Casino War que hoy todos conocemos. Este movimiento fue todo un éxito y la clientela no tardó mucho en engancharse a este juego. Había triunfado.
El juego no solo se difundió en los casinos, sino que por aquella época se hizo bastante popular como juego infantil. Durante unos años fue uno de los primeros juegos de cartas a los que los más pequeños aprendían a jugar, aunque con una diferencia fundamental.
No había dinero de por medio. Para la versión de casino es para la que se empezaron a decretar las apuestas, pero como juego de mesa no había fichas ni apuestas.
Además, lo bueno que tiene esta práctica es que se puede jugar todo el tiempo que se quiera. Una vez que se finaliza una mano solo hay que barajear los naipes y volver a repartir, con lo cual nunca tiene fin propiamente dicho.
No pueden decir lo mismo otros juegos como el poker, en el que todo finaliza una vez que quede un solo jugador en la mesa con la totalidad de las apuestas en su haber.
A partir de los años 90, con la aparición de los primeros casinos online, el juego se adaptó para poder disfrutar del mismo vía internet. Éste resulto un gran atractivo tanto para los apostadores habituales de casino, como para los jugadores habituales de War que después vieron la versión de su juego mejorada.
La primera empresa que se encargó de su creación y desarrollo fue Bet Technology. La pequeña sociedad tenía su sede en Carson City, capital del estado de Nevada y que actualmente no pertenece a ningún condado al ser considerada como independiente.
Los fabricantes de la villa, situada al oeste del estado, tuvieron que hacer grandes esfuerzos para poder recrear virtualmente el ambiente de casino. Todo ello para el normal desarrollo del juego.
Fue en 1993 cuando se presentó de manera oficial la primera versión, bastante sencilla. Gracias a su popularidad, en 1994 muchos casinos lo agregaron a su oferta de juegos. La mayoría fueron del estado de Nevada y el primero en lanzarse fue el Harrah’s Lake Tahoe.
Su propietario William F. Harrah enseguida se dio cuenta de las posibilidades tan grandes que tenía y lo hizo muy popular entre los principales resorts de la zona.
Ya con la llegada del nuevo siglo, en 2004 la compañía Shuffle Master (ahora denominada SHFL entertainment) se hizo con casi la totalidad de los derechos de Bet Technology y por tanto con la producción del juego.
Este grupo se encarga de proporcionar a los casinos mucho material para sus mesas de juegos y entre ellos el de Casino War. También se encarga de su producción online, al igual que ocurre con otros juegos de cartas muy reconocidos como Let It Ride, Three Card Poker o la variante del blackjack llamada Blackjack Switch.
Objetivo del juego
El objetivo es mucho más sencillo de lo que podamos pensar. Se trata de sacar una carta más alta que el crupier del casino o del jugador que represente a la banca.
Por ello el valor de las cartas es determinante en este juego, al igual que las apuestas que realices antes de empezar a jugar.
Elementos del juego
- Baraja francesa de 52 cartas (corazones, picas, diamantes y tréboles).
- Un tapete de tela (opcional).
- Fichas de casino para apostar (opcionales).
- De 1 a 8 jugadores.
Cómo se juega al Casino War
El Casino War es un juego muy sencillo y comprensible para todo el mundo. Si se practica en un casino, el jugador se enfrentará a un crupier del propio lugar. Y si se practica de forma amateur habrá un jugador que represente a la banca y otro que sea su rival.
Por su forma y su desarrollo también se le denomina “La Batalla”. Es un uno contra uno en el que el que tenga la mejor carta gana, aunque en caso de empate hay algunas consideraciones a tener en cuenta. No solo por la fase que llegará después sino por las apuestas que se realicen.
El valor de las cartas es el mismo que el que tienen en cualquiera de las variedades de poker que existen en el mundo. Para tomar una referencia concreta podemos decir que los valores son los mismos que los del Texas Holdem, por ejemplo.
Es decir, el as es la carta más alta, después le siguen el rey, la dama, la sota y finalmente todos los números según su orden habitual: diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres y finalmente el dos.
Antes de empezar con las cartas el jugador debe realizar su correspondiente apuesta. La mesa tiene unos límites tanto de máximo como de mínimo a los que debe ajustarse. Dentro de esos márgenes puede apostar la cantidad que le parezca.
Una vez hecho, el crupier debe igualar esa apuesta, lo mismo que ocurre en el poker. El crupier reparte una carta al jugador y otra para él. Se puede hacer cubierto o descubierto. En algunos casinos la modalidad se especifica claramente y en otras es el propio jugador el que puede decidirla.
Cuando ambos tienen su carta sobre la mesa pueden mirarla cuidando del que el contrario no lo haga. Después se comparan las cartas y el que tenga la más alta es el que se lleva la mano.
Si el ganador resulta ser el jugador, entonces se lleva lo que hay en la mesa y si pierde es la banca la que se queda con sus fichas. Hay una tercera posibilidad y es que se produzca un empate. Entonces ahí se abren diferentes escenarios a explicar.
Los dos contendientes llevan una carta del mismo valor y por tanto el jugador tiene dos opciones: puede quedarse con la mitad de la apuesta inicial que puso sobre el tapete y retirarse de esa mano; o puede desafiar a lo que se denomina una “batalla” al crupier.
Si se produce este segundo caso, el jugador tiene que volver a apostar. La cantidad suplementaria suele ser parecida a la de la primera apuesta, aunque eso depende de las reglas que ponga el casino.
También existe la opción de realizar lo que se llama una “apuesta de empate”. Se trata de apostar a que se volverá a producir un segundo empate entre ambos. Si ese caso se diera el jugador se llevaría diez veces el valor de lo que haya puesto sobre la mesa.
Pero si regresamos al desarrollo de la batalla, hay dos cosas que pueden ocurrir después de finalizar las apuestas. Puede que la carta del jugador sea mayor, entonces se proclama ganador y se lleva todo el dinero que hay sobre la mesa.
De esa manera recupera sus dos apuestas y obtiene las ganancias del crupier. Y si pierde, al igual que antes, el crupier retira las fichas y es la banca del casino la ganadora.
Si se vuelve a producir un segundo empate se da por ganador al jugador. Y además hay un caso en el que el apostador puede llevarse el doble de lo que ha jugado. Se produce si el jugador obtiene en su mano un as y el crupier saca un dos del mismo palo. A esta mano se le llama “Trafalgar”.