Reducen horarios en casinos de la Ciudad de México

La situación en la Ciudad de México no parece que vaya a mejorar, debido a que la capital del país se mantiene en semáforo color naranja, lo cual incluye una alerta especial en noviembre, por lo que el gobierno llamó a la población a tomar medidas preventivas contra el COVID-19.

Ante el aumento en la ocupación hospitalaria y como una medida preventiva, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, tomó la decisión reducir el horario de atención de ciertos establecimientos, como lo son los restaurantes, gimnasios y, por supuesto, casinos.

La medida se ha tomado con el fin de reducir el riesgo de contagios en actividades en las que se concentren personas por tiempos prolongados, además de que se busca disminuir las reuniones sociales en las que los mexicanos no utilicen un cubrebocas, lo cual aumenta el riesgo de contraer este virus.

Esto ha provocado que los conciertos y eventos masivos sigan sin ser autorizados en la Ciudad de México; misma situación para los eventos deportivos con público en los estadios, arenas y parques; los eventos sociales tampoco podrán volver los eventos sociales, las convenciones ni los congresos; en tanto las oficinas, escuelas, guarderías y estancias infantiles permanecerán cerradas, con la opción del trabajo online y las clases a distancia.

En el caso del sector del juego y las apuestas, ¿qué deben hacer los casinos de la Ciudad de México para operar con normalidad y no infringir ninguna norma en esta llamada “nueva realidad”?

Los casinos no podrán funcionar hasta altas horas de la noche y tendrán que detener sus operaciones y cerrar a más tardar a las 22:00 horas. Pasada esa hora, ningún jugador puede continuar en el inmueble, para agilizar la salida de los trabajadores del casino.

Con el fin de que los fluidos no representen un riesgo de contagio, también quedará prohibida la venta de alimentos y bebidas en los restaurantes y cafés que están integrados en los casinos, una medida que ha sido utilizada en otros países y que parece se mantendrá hasta nuevo aviso.

En lo que a eventos en casinos integrados a hoteles se refiere, se podrá tener un máximo de 10 personas en espacios cerrados y hasta a 25 individuos en los espacios abiertos, con la condición de que todos deben utilizar un cubrebocas. Las medidas también incluyen recintos como el Hipódromo de Las Américas y su Casino Royal Yak.

Mientras en otros lados como Nuevo León el panorama es un poco mejor y se ha aumentado el aforo, la Ciudad de México tendrá que esperar un poco más.

Los protocolos se mantienen

Por supuesto, se deberán seguir los protocolos que se establecieron para volver a la actividad, como el aforo reducido (acordado en un máximo del 30 por ciento de la capacidad del inmueble), mientras se permanezca en el semáforo naranja.

En el caso de que la situación en la Ciudad de México mejore a semáforo amarillo, se podrá aumentar el aforo al 50% de capacidad, hasta llegar a verde y poder trabajar al máximo de clientes.

Entre las medidas más usuales en los casinos, podemos encontrar el intercalado de máquinas tragamonedas encendidas y apagadas, con el fin de que exista una sana distancia de por lo menos metro y medio entre jugadores que aprovechen para probar su suerte en los slots.

Para las mesas de juego, como ruleta, blackjack, baccarat, póker y demás juegos, se va a permitir un máximo de tres personas por mesa, además de tratar de reducir el contacto con las fichas, para que el riesgo sea menor.

Cada sala de juego y casino debe tener filtros de acceso en las entradas, con toma de temperatura de los jugadores y trabajadores, desinfección de calzado con tapetes sanitizantes y la limpieza de manos con gel antibacterial.

El propio casino recomendará el uso de monederos electrónicos y métodos como tarjetas de crédito y débito, con el fin de reducir el contacto a través de efectivo, como lo son los billetes y las monedas.

Por supuesto, se mantienen normas similares a las de los alimentos, como la prohibición del cigarrillo (incluso en las áreas de fumadores), una creación de flujos unidireccionales para reducir aglomeraciones, puntos de lavado frecuente de manos, limpieza de las instalaciones y los propios aparatos que conforman la infraestructura del casino.

Es importante considerar que muchas cosas dependerán tanto de la situación en México: el cómo avance la pandemia, la ocupación hospitalaria y demás riesgos, mientras que los propios ciudadanos también tendrán que poner de su parte para que los riesgos sean menores y, en vez de recrudecer las medidas, se pueda progresar hacia una “nueva normalidad” segura.