¿Te has preguntado alguna vez cuál es el primer casino en la historia de Chile? Muchos se han hecho esta pregunta, sobre todo ante la cantidad de salas de juego que hay en el país, pero tal parece que todo indica que es el Casino de Pichilemu el que puede ostentar ese registro para la posteridad.
Se le llama en la actualidad el Centro Cultural Agustín Ross, pero es conocido de manera informal como el Casino Ross o Casino de Pichilemu, siendo actualmente un centro cultural ubicado en la comuna de Pichilemu, de la región de O’Higgins.
En este texto sabremos más al respecto sobre este complejo que tiene sus puertas aún abiertas, aunque para un fin diferente para el que fue concebido de forma original.
Sus inicios
El Casino de Pichilemu fue construido entre 1906 y 1909 por petición de Agustín Ross Edwards, un banquero, diplomático y político chileno que es conocido por impulsar esta región desde 1890, año en el que compró tierras en Pichilemu.
Cinco años antes, en 1885, le compró una propiedad a Francisco Esteban Torrealba Maturana en una locación cercana en la playa de Pichilemu. Fue aquí donde construyó lo que es el Hotel Ross, con un claro diseño europeo y con materiales diferentes, como piedras de Italia, pino Oregón de Estados Unidos y cemento Portland.
Pichilemu alberga el que es considerado el primer casino físico en Chile, con una ruleta y mesas de naipes y cuyas operaciones se dieron entre 1917 y 1931, hasta que todos los casinos, salvo el Casino de Viña del Mar, fueron declarados ilegales y se forzó su cierre.
Además de ser un casino, llegó a ser una oficina postal, así como una tienda de bienes importados, un hotel con discoteca y hasta bar. Incluso el gobierno de O’Higgins intentó comprar el edificio dos veces, con un intento fallido en 1982 y otro exitoso para 1995.
Este inmueble fue declarado un Monumento Nacional en conjunto con el Parque Ross en febrero de 1988. Debido al paso del tiempo, el edificio comenzó a presentar algunos deterioros, pero fue en 2007 que se aprobó una remodelación para volverlo un centro cultural.
Para 2009, el antiguo Casino de Pichilemu pasó a ser la sede de la Biblioteca de la Comuna y no fue sino un año después, en 2010, que la entonces presidenta Michelle Bachelet y el ex alcalde de Pichilemu Roberto Córdova inauguraron el Centro Cultural.
Sus instalaciones e inspiraciones
De acuerdo con el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, el antiguo Casino de la Ciudad y los jardines del Parque Agustín Ross, los cuales están contiguos al inmueble, son el primer recinto de juegos de azar que existió en el país.
Cuenta con una estructura de tres pisos y dos grandes volúmenes, con un castillo de inspiración francesa, con imitación del Trianon, en el /cl/bonos-de-bienvenida/bonos-sin-deposito-ruleta/Fue construido de tal forma que se orienta hacia la costa sobre una superficie en la que hay fuertes desniveles. Para poder construirlo sobre estos desniveles, se instaló un zócalo para darle altura a la parte posterior del antiguo Casino de Pichilemu.
Era en el piso del zócalo donde se ubicaban las mesas de juego, mientras que el primer piso contaba con la recepción, el bar, su comedor y algunas de sus habitaciones. En tanto, la mansarda del Casino de Pichilemu estaba destinada para ser ocupada por el personal de servicio. Por sus dimensiones, llegó a ser uno de los casinos más grandes de Chile.
Si de sus jardines hablamos, estos cuentan con unos vastos prados, piletas repletas de juegos de luces y escalinatas con balaustradas que conectan con la playa principal. Los que visitan estas instalaciones quedan maravillados con sus palmeras Fenix, auténticos íconos de este complejo.
Fue poco antes de ser declarado Monumento Nacional, el Parque fue remodelado en diciembre de 1987, en vísperas del aniversario número 96 de esta comuna. Hoy presume ser uno de los sitios de interés más importantes de la ciudad por su valor histórico y arquitectónico.
Su rol como uno de los impulsores turísticos de una comunidad que aspiró a ser un balneario y puerto importante en el país, el Centro Cultural Agustín Ross es una parte importante del desarrollo urbano de Pichilemu entre finales del siglo XIX y gran parte del siglo XX, durante su época de esplendor.
Hoy, como punto de reunión para el arte, la cultura y el deporte, resulta interesante saber que también tuvo un pasado en el que los juegos de cartas y las ruletas también tuvieron popularidad en la región.