Películas de casinos
El juego y el mundo del cine son dos conceptos imprevisibles. Normalmente las películas que tratan sobre las prácticas del azar van vinculadas a alguna sala de juegos, pero no siempre ocurre así. Hay algunas películas que tratan sobre el juego pero que no se desarrollan dentro o en el ambiente de un casino, y sin embargo hay otras grabaciones que si que tratan de este tipo de construcciones y que se refieren específicamente al mundo de las apuestas. Ambos mundillos así lo permiten, pero aun así de tanto una parte como de otra se puede sacar partes provechosas de las que aprender del juego.
El film “Superpoli en Las Vegas”, en inglés “Paul Blart: Mall Cop 2”, es un ejemplo de una cinta que no trata específicamente sobre juego, pero que enseña cosas del mundo de las apuestas que no todo el mundo conoce. Por ello es importante pararse a echarle un vistazo y analizarla con tranquilidad. Ésta es la secuela de una primera película llamada Paul Blart: Mall Cop y que en español se tradujo como Superpoli en el centro comercial. Andy Fickman coge el testigo en la dirección de Steve Carr y le da una segunda oportunidad en 2015 a la primera grabación de 2009.
La película está protagonizada por Kevin James, que encarna la figura de Paul Blart. Blart se dedica en el inicio del film a narrar sus desgracias, el estado en el que estas han dejado su vida y la dura recuperación a la que está siendo sometido. Un guardia de seguridad del que su esposa Amy, protagonizada por Jayma Mays, se divorció tan solo seis días después de haberse casado. Por si fuera poco, su madre Margaret, protagonizada por Shirley Knight, fue asesinada dos años después tras ser atropellada por un camión. Eso deja a Blart con la única esperanza de su trabajo como vigilante en el centro comercial de West Orange y de ser padre de su hija Maya, protagonizada por Raini Rodríguez.
Maya es aceptada en la Universidad de Los Ángeles para proseguir sus estudios, pero al mismo tiempo Paul es llamado para supervisar una exposición de arte en un famoso casino de Las Vegas. Maya no duda en tener una última aventura con su padre antes de arrancar con su nueva vida y se marcha con él, lo único que las cosas no van a terminar resultando como ellos esperan. Un intento de atraco en el recinto cambiará el rumbo de ambos y de sus vidas.
Una película basada en la comedia y que combina un estilo de cine familiar, con un carácter más policiaco y de atracos a grandes construcciones como pueden ser los casinos. Algo que ya hemos visto en muchas ocasiones, aunque en este caso el robo no va a ser a la banca, sino al mismo patrimonio artístico de la entidad. Algo diferente a lo que está acostumbrado el público, a pesar de que tratándose de un hombre como Levin James ya se sabe que las risas estarán presentes.
El juego
Puesto que nos encontramos en el interior de un casino, el juego está más que asegurado y aparece en varios puntos clave de la película. Para empezar nada más llegar al lugar y empezar a ejercer de vigilante, Paul decide echar un vistazo por la sala de juegos para comprobar que todo esté en orden. Como no podía ser de otra forma se acabará viendo atraído por las luces y los sonidos más característicos de este tipo de lugares. Sabe que mientras trabaja no debería distraerse con estas prácticas, pero Blart acaba sucumbiendo por unos instantes.
El protagonista se acerca hasta una mesa de craps, muy típica de los casinos estadounidense y concretamente de Las Vegas. El crupier invita a la mayoría de jugadores a entrar en la mesa y a probar suerte con una apuesta baja y con el policía no iba a ser menos. Una vez que Paul le entrega el dinero, éste confía en que el repartidor le cubra bien en las apuestas y ni si quiera se preocupa de si intenta engañarle para que pierda su dinero lo más pronto posible.
Entonces el crupier anuncia que realizará para Blart tanto apuestas de cuerno alto, como apuestas de campo. Las apuestas de cuerno alto se podrían considerar como apuestas que no son muy esperanzadoras para el apostador. Los jugadores consideran poco inteligente aventurarse en este tipo de mercados, ya que en esos casos la banca tiene muchas más probabilidades de ganar que en otros segmentos menos arriesgados. La ganancia es grande, pero compensa menos que en otros puntos del juego.
Las apuestas de cuerno se encuentran en el centro del tapete y tienen su correspondiente cuadrante en la que insertar las fichas de juego. Se encuentran dentro de las apuestas “drop”, también llamadas de proposición. Cuando realizamos una apuesta de cuerno estamos apostando a los números 2, 3 11 o 12. Es decir, si apostamos 4 euros estaríamos situando un euro en cada uno de esos números y por tanto las ganancias serían de x30 si aparece un 2 o un 12 y de x15 si aparece un 3 y un 11. Además, solo son válidas para una tirada.
Una vez entendido esto, una apuesta de cuerno alto sería apostar el doble que en los demás a un solo número de los más altos, es decir, al 11 o al 12. Se colocaría por tanto 1 euro en cada uno de los números y el doble en el que se elija de todos ellos. Lo malo es que la desventaja de todas ellas con respecto a la casa ronda el 15% de probabilidades. Demasiado alto en comparación con otros mercados.
Por otro lado están las apuestas de campo. Una apuesta de campo es apostar a que en el siguiente tiro saldrá un 2, 3, 4, 9, 10, 11 o 12. En todos los números se gana lo mismo, a excepción de que salga el 2 que se paga x2 o que salga el 12 que se paga x3. También existe un lugar concreto para colocar las fichas en este sector y en este caso la ventaja de la banca disminuye hasta el 2,78%. Eso sí, si aparece un 5, 6, 7 u 8 el jugador es el que pierde.
Curiosamente, en la película parece un 7 y el policía acaba perdiendo todo su dinero. Pero además de los craps tenemos las tragaperras. En plena operación en contra de los ladrones, Paul se comunica con uno de sus ayudantes y lo hace en mitad de la zona de las máquinas tragaperras del casino. Son artilugios típicos de una sala de juegos americana con varias tiras de giro y puestos individuales para cada jugador.
El casino
El casino en el que se rueda la mayor parte de la película es el Wynn Las Vegas. Un resort situado en el Strip de la ciudad del pecado y que es propiedad del empresario estadounidense Steve Wynn. El complejo no solo está compuesto por el casino, sino que incluye un gran hotel con más de 2.700 habitaciones, un conjunto de tiendas en las que realizar compras como en un centro comercial y un centro de convenciones.
El complejo abrió por primera vez el 28 de abril de 2005, coincidiendo con el cumpleaños de la esposa del magnate Wynn y con la inauguración oficial en 1950 del Desert Inn, la anterior construcción que se erigía en los mismos terrenos. En sus inicios el empresario se hizo con los servicios del Club de Golf del lugar, pero para poder llevar a cabo su proyecto tenía que comprar a pequeños vendedores sus residencias de alrededor. Eso derivó en problemas legales cuando Wynn comenzó a ejecutar el proyecto sin los permisos pertinentes, pero aun así se acabó construyendo.
El casino aparece en las secciones de juego que anteriormente hemos mencionado; el hotel hace acto de presencia cuando los Blart reciben su alojamiento en el propio complejo; las tiendas y las salas de arte también aparecen cuando los maleantes empiezan a merodear por la zona; y la sala de convenciones puede avistarse, ya que el Wynn alberga en el film una reunión de oficiales de seguridad en la que también participa en protagonista. En mitad de su operación, Paul acaba envuelto en uno de los espectáculos que se ofrecen en las salas anexas del casino y que por tanto también tienen su hueco en la película.
En cuanto al Wynn Las Vegas podemos destacar su extensión de más de 17.500 metros cuadrados en los que se incluyen torneos de póker, junto a una gran oferta de máquinas tragaperras con diferentes mínimos. Entre los juegos de mesa destacan sobre todo los craps y el blackjack, y no solo hay tablas en el interior de la sala, sino que también en la piscina se puede jugar al tiempo que se pasa un momento de relax. Se pueden solicitar créditos de dinero, tienen su correspondiente club de jugadores al que se puede entrar pagando un mínimo, y poseen su propio libro de carreras en el que aconsejan sobre carreras y eventos deportivos destacados.
Oferta completa y bastante concreta para pasar un alojamiento apacible en pleno centro de Las Vegas.