Las personas que dedican su vida al juego profesional no suelen tenerlo nada fácil. Hay algunos personajes que nacen con un talento innato para sacar el mayor rendimiento posible a su patrimonio dentro de los casinos. Otros, por el contrario, tienen que irlo desarrollando y despertarlo en su interior hasta que acaba floreciendo. Es evidente que no todos pueden llegar a conseguirlo, pero en la mayoría de los casos el esfuerzo acaba teniendo su recompensa.
Explotar tus virtudes también tiene la desventaja de que siempre habrá alguien que tratará de frenarte. Principalmente porque tus cualidades entrarán en conflicto con sus intereses personales. A veces a muchas personas les toca luchar por sí mismos y por las generaciones futuras que vendrán. Todo eso es lo que consiguió hacer Arnold Snyder. Este famoso apostador fue uno, y quizá el que más luchó porque los derechos de los jugadores no se vieran truncados por las leyes.
Snyder es un reconocido jugador de blackjack, que se ganó todo lo que tiene gracias a esta práctica. Durante toda su vida se dedicó a diseñar las mejores estrategias para sacar un gran beneficio a este juego y después aplicarlas en los casinos. Publicó numerosos libros que han servido de guías para los interesados en el blackjack, y un poco en la línea de otro genio como Stanford Wong, creó un diario en el que estuvo publicando durante más de treinta años. También fue uno de los principales protectores de los derechos de los profesionales del blackjack y no solo lo fue en la teoría, sino que lo logró en la práctica.
Arnold nació en el año 1948. La ciudad de Detroit iba a ser la encargada de verle crecer, aunque seguro que muchos se quedan sorprendidos del cambio tan radical que experimentó en su vida. Su familia era fielmente católica, tanto que en sus primeros años de adolescencia llegó a pensar en escoger el camino de ser sacerdote. Estuvo muy cerca de ingresar en un seminario, pero en el último momento cambió de idea.
Parte de culpa tuvo la eclosión de los años sesenta en la ciudad más poblada del estado de Michigan. Los narcóticos y las drogas se expandieron muy rápidamente en aquella época, y Snyder no iba a poder librarse de la tentación. Consumió LSD, una droga que se usa con fines recreativos, y eso le iba a hacer cambiar su vida por completo. Se acabó casando y tuvo dos hijos, a pesar de seguir enganchado al vicio, y más pronto que tarde se acabó interesando en el juego.
El blackjack le atrajo enormemente y al poco de empezar a jugar se dio cuenta de que tenía una especie de don para contar las cartas. En algunos momentos Snyder llegó a pensar que sus habilidades eran fruto de los efectos del LSD. Años más tarde lo negó, aunque dejó la puerta abierta a que algo de influencia si había podido tener la droga en sus conocimientos sobre el juego. El caso es que para entonces ya se estaba forjando el legado de toda una leyenda.
Arnold se aficionó a recorrer los mejores casinos de Estados Unidos de forma regular. La ciudad de Las Vegas fue uno de sus destinos favoritos y más conocidos, aunque fue en Nueva Jersey donde conocería a la que sería su pareja de juego durante muchos años. En Atlantic City, Snyder pasaba largos ratos jugando en las mesas de blackjack. Eso le daba tiempo para poner en práctica sus estrategias de conteo y al mismo tiempo observar al resto de apostadores.
Un día se dio cuenta de que uno de ellos actuaba de la misma forma que lo hacía él. Se interesó por ese hombre y quiso conocerle. Era otro experto en esto del juego, Tommy Hyland. Ambos hablaron largo y tendido durante muchas tardes en los casinos y se dieron consejos mutuamente para poder mejorar sus ganancias. Ambos acabarían siendo una de las parejas que más dinero han logrado jugando al blackjack. Se compenetraban a la perfección y se entendían muy bien. Aunque no fue este el único amigo que iba a hacer Snyder en el transcurso de su existencia.
Años más tarde conoció a Al Francesco, otro profesional muy conocido en la historia del blackjack. Arnold formó pareja con él, pero en nada se pareció al binomio que formó con Hyland. Sus ganancias fueron mucho menores y para nada cuajaron dentro del sector. “CRAPS”, que era el nombre que eligieron para su asociación, tuvo que disolverse a marchas forzadas y cada uno continuar de forma autónoma. Se llamó así aunque no tenían nada que ver con los craps.
Tras estas vivencias y un capital monetario más que afianzado, Snyder decidió compartir con el mundo todos los conocimientos que había adquirido sobre el blackjack. Lo hizo de varias fórmulas, pero la más conocida fue la creación de una revista editada por él llamada “Blackjack Forum”. En ella, este famoso jugador daba sus impresiones sobre partidas de blackjack. Y no solo eso sino que daba explicaciones sobre estrategias, describía los próximos eventos que iban a acontecer acerca de este juego e intentaba ofrecer a los lectores enfoques diferentes.
También tuvo un apartado de entrevistas en el que tuvo charlas con sus dos ex compañeros de equipo, así como con otros jugadores y amigos muy destacados. La publicación alcanzó un gran número de ventas en poco tiempo, sobre todo por la expansión de los casinos en la época de 1980, que es cuando comenzó a imprimirse esta. Al principio sus publicaciones eran trimestrales, pero con el paso del tiempo y la llegada de Internet, finalmente Blackjack Forum se trasladó al formato web y aún se puede consultar.
La otra forma de dar lo máximo por el juego fueron sus libros. El primero y más relevante salió casi el mismo año en el que comenzó a publicar en la revista. Se llamaba “The Blackjack Formula” y en él intentaba aclarar su estrategia para contar las cartas. Este libreto tuvo más repercusión sobre este tema que cualquier otro. Pero no solo hablaba de eso Arnold, sino que también explicó la importancia de las condiciones de la mesa de juego. Snyder aseguraba que de estas dependía mucho el porcentaje de victorias de la que podía disfrutar un jugador antes de empezar.
Como el título indica, el de Detroit daba una fórmula a través de la cual se podían determinar las probabilidades de ganar. Esta se hizo viral entre todos los que aspiraban a ser jugadores algún día, y gracias al tirón del libro su autor se motivó a seguir escribiendo. Sus siguientes libros fueron más bien guías en las que explicaba como batir al crupier. Snyder daba consignas de como salir victorioso según el número de barajas que se utilizaran, al tiempo que seguía ahondando en sus estrategias para el blackjack.
Incluso ya en las últimas décadas se ha atrevido también con otros juegos. No hace tanto publicó un libro en el que explicaba cómo jugar al poker en los torneos profesionales e incluso cómo ganar al Sudoku. Por supuesto, también da claves en algunas publicaciones sobre cómo ganar en los actuales casinos online. Pero también tuvo obras que no llegó a publicar. En 2011 su nuevo libro no salió a la luz porque él mismo decidió echarse para atrás en el último momento. La razón era que explicaba algunos trucos que podían dejar en evidencia las técnicas más oscuras de él mismo y de algunos de sus compañeros de juego.
Y es que Snyder siempre ha querido proteger y velar por los derechos de los jugadores profesionales de blackjack a lo largo de su vida. Su momento más importante llegó cuando al equipo de blackjack de su amigo Tommy Hyland lo quisieron arrestar. El Casino Windsor de Ontario (Canadá), presionado por muchos otros casinos estadounidenses en los que este apostador y sus compañeros habían ganado grandes sumas de dinero, les acusó de hacer trampa en el blackjack. La dirección de la sala de juego quería que el conteo de cartas se declarara ilegal, pero ahí apareció nuestro protagonista.
Arnold se presentó ante el juez y dio una larga conferencia sobre el conteo de cartas, una explicación que sirvió de mucho para el juicio. Finalmente, el magistrado decidió fallar en favor de los jugadores y de paso no prohibió que se pudiera usar el conteo de cartas. En su sentencia incluyó varias frases que el propio Snyder había dicho frente al tribunal y concluyó que estos apostadores lo que tienen es una mente superior que les da una ventaja con respecto al jugador normal. Sin embargo esto no son trampas.
Snyder había salvado a sus compañeros gracias a sus conocimientos. Algo que le hizo sentirse orgulloso de sí mismo y que llevarse un aluvión de agradecimientos y reconocimientos en el mundo del juego. Un luchador nato que quiso que su profesión no se viera perjudicada en ningún momento por ningún grupo de presión. Para las casas de juego estará considerado como una persona “non grata” después de lo ocurrido, pero para cualquiera al que le guste jugar de forma profesional debe ser como una especie de salvador.
Toda una vida dedicada al blackjack y a su formación. El aspirante a sacerdote que acabó siendo jugador. Todo un logro para Detroit.