En la carrera de todo apostador (ya sea profesional o amateur) normalmente suele sucederse un momento cumbre que puede cambiar su vida para siempre. Hablamos de una situación en la que de repente la fortuna se vuelve de tu lado y te ofrece la oportunidad de ganar mucho más dinero del que jamás pudieras imaginar. Solo hay que saber aprovechar la circunstancia.
En nuestra plataforma hemos conocido la historia de varios de estos jugadores de casinos físicos y casinos online que alcanzaron su momento de gloria particular. Algunos de ellos se han trabajado la suerte durante años y finalmente obtuvieron su premio; y otros simplemente vieron de frente y de manera totalmente inesperada como la moneda cayó de su lado. Estar listo para encontrarte con esto no está al alcance de cualquiera.
Esta vez vamos a relatar la historia de un jugador recreacional brasileño. Un tipo bastante conocido en el mundo empresarial carioca por sus lazos familiares y por los negocios que ha estado llevando a cabo en este sector. Además su gran noche se produjo en uno de los recintos de juego más importantes de la costa de Uruguay, lo que convierte su narración en algo todavía más exótico si cabe.
Pedro Grendene Bartelle se hizo con un arsenal de miles de dólares en solo una tirada en el juego de la ruleta del casino del Hotel Conrad, en Punta del Este. Un momento que quedó inmortalizado en vídeo por uno de los asistentes a la sala de juegos, que se volvió viral en redes sociales y que levantó cierta polémica por la forma en que se produzco su victoria. Ahora entenderemos por qué.
Pedro, el millonario afortunado
Pedro Bartelle es uno de los perfiles tipo que cualquiera puede encontrarse en un casino presencial de reconocido caché y en una zona proclive al turismo como lo es el sudeste de Uruguay. Un apostador aficionado que busca en los juegos de casino y de azar una forma de utilizar su valiosa fortuna para su propio entretenimiento.
La familia Grendene Bartelle se ha dedicado al negocio de la fabricación de calzados durante muchos años en Brasil. Su especialidad son las sandalias, sin duda lo que más ha logrado popularizar en ventas y lo que ha llevado a sus dueños a aparecer en la lista Forbes entre los empresarios más ricos del mundo.
Pedro asumió la dirección de la factoría en 2015 y desde entonces ha llevado a cabo un arduo trabajo para tratar modernizar sus fábricas y adaptarse a la modalidad del comercio electrónico. Entre sus hobbies (también compartido por otros miembros de su familia) está el de divertirse de forma recurrente en casinos, algo que le conecta directamente con Punta del Este.
La villa costera posee uno de los balnearios más exclusivos de América Latina y por ello es que se encuentra en el top3 de mayores destinos turísticos del país uruguayo. Esto ha provocado que su flota de alojamientos se multiplique con el paso del tiempo y que los salones de juego también hayan hecho acto de presencia.
Una noche de enero de 2017 se convirtió en la más especial para Grendene en el Conrad, pues ese día decidió apostar fuerte al número 32 de la ruleta. En las imágenes se puede apreciar como la mesa ostenta una torre de fichas enorme justo encima del lugar indicado en el tapete para dicha cifra, todo ello mientras el empresario y sus amigos comentan la jugada entre risas y copas.
La ruleta gira y la bola cae justo en ese 32, lo que desata la locura entre todo el grupo y arranca los aplausos de los presentes. La familia Grendene solía acudir eventualmente a salas VIP en las que apostar con tranquilidad junto a sus amistades, pero normalmente preferían estar rodeados de público.
La pregunta es: ¿cuánto dinero ganó Pedro por aquella apuesta en el Conrad? Este es sin duda el tema más espinoso de toda la historia, pues hay diversas versiones que apuntan hacia cantidades muy diferentes.
Apuesta polémica
Algunos de los asistentes del casino en aquel momento y medios de comunicación locales con buenas fuentes afirman que la apuesta rondaba los 100.000 reales y que por tanto el premio habría sido de 3.5 millones en moneda brasileña (lo que al cambio sería algo más de un millón de dólares).
No hay duda de que una cantidad así podría hacer saltar la banca de un casino tan prestigioso como lo es el Conrad, por ello es que Bartelle lo desmintió de forma tajante en algunos portales brasileros. Su versión es que en realidad ganó cerca de 50.000 dólares y que además los repartió entre todos sus amigos.
Todo ello motivado por un aluvión de críticas hacia el casino en redes sociales, pues la gente no se explica como el establecimiento pudo permitir que el empresario llevara a cabo una apuesta de tal magnitud. Normalmente las mesas de juegos de casino suelen contener unos límites de apuesta, que precisamente lo que hacen es evitar que se produzcan situaciones comprometidas para la casa.
Sin embargo, no es un secreto para nadie que la banca puede llegar a hacer la vista gorda con su clientela más especial y adinerada, pues a la larga es de su interés que ésta continúe apostando en su local, aunque de vez en cuando esta circunstancia le pueda reportar pérdidas.
Por tanto, la historia mantiene a día de hoy la duda de si realmente Pedro dijo la verdad sobre la cuantía de su apuesta o si lo rebajó la cantidad ganada para acabar con cualquier tipo de especulación que pudiera perjudicar los intereses del casino.
