Si eres un jugador que visite habitualmente casinos físicos en España y al que le guste especialmente la ruleta electrónica, seguro que has observado un extraño fenómeno del que hoy vamos a hablar. Algunos números de tu pantalla de apuestas aparecen con un efecto de llamas y otros con un efecto de hielo.
Los que se rodean de fuego son los denominados números calientes, mientras que las cifras que se muestran congeladas son los que se consideran números fríos. ¿Qué significan ambos conceptos y por qué se recalcan en este juego? Eso es lo que vamos a tratar de explicar en este post, además de darte algunos consejos de cómo usarlos.
Los números calientes son aquellas cifras que se han repetido con mayor frecuencia en las últimas tiradas de ruleta. Por ejemplo, si la bola ha recalado en el número 23 en cuatro de los últimos diez lanzamientos, este se considera que está en racha de apariciones.
Por su parte, los números fríos son aquellos que han aparecido poco o que no han aparecido en los giros más recientes del juego. Un ejemplo que nos podría servir es que el número 2 lleve más de cuarenta tiradas sin alojar la bola en su casilla, lo cual indica que no ha tenido la fortuna de cara en dicha secuencia.
En las salas de juego presenciales que cuentan con la variante de la ruleta automática, la vista de los números calientes y fríos es un filtro que suele estar activado en el panel de juego. No obstante, el usuario puede desactivarlo de manera muy sencilla en el menú de opciones si no quiere que esta información condicione su próxima apuesta.
En las mesas de juego tradicionales con crupier que se exhiben en algunos casinos, esta clase de filtros no existen. Los jugadores tienen su tapete con todos los números y para hacer sus apuestas deben colocar sus fichas en la casilla del número al que quieren apostar. Por tanto ahí se anula la posibilidad de conocer esta información.
Mientras que en los casinos online que hemos analizado en nuestra plataforma, hemos observado que esta opción suele existir y normalmente se encuentra desactivada. Si el usuario la necesita, puede encontrarla en los ajustes del juego en cuestión. Aun así es fácil reconocer los números que más salen y los que menos observando el timeline de las cifras premiadas en los turnos previos (todas las ruletas lo tienen).
La utilidad de esta función
Después de esta explicación práctica sobre los números calientes y fríos, la pregunta es obligada: ¿Realmente es útil conocer esta información a la hora de realizar tus apuestas a la ruleta? Probablemente no hay una respuesta correcta a dicha cuestión. Como en muchos aspectos del juego, esto depende de cada jugador.
Hay apostadores para los que puede resultar muy beneficioso conocer los números que más están apareciendo y los que menos, pues se guían de forma habitual de las tiradas más recientes para tratar de predecir lo que va a ocurrir en el óvalo. Los hay incluso que anotan de forma manual cada dígito en que cae la bola para realizar sus propias deducciones.
Por el contrario, para otros usuarios no tiene un significado relevante. Estos tienen una estrategia muy marcada en la ruleta que siguen a rajatabla y no se permiten influenciarse por elementos que resultan muy relativos y volátiles en ciertos casos.
Lo que todos los jugadores deben tener siempre presente en estos casos es que cada giro de la ruleta es completamente independiente. Las probabilidades de que surja un número son de 1/37 en cada lanzamiento (1/38 en el caso de la ruleta americana con doble 0) y así se mantiene de forma permanente.
Después hay elementos que inevitablemente pueden repercutir en el juego y en la sucesión de cifras que aparecen y las que no. Por ejemplo, el hecho de que un crupier se encuentre agotado puede variar la fuerza con la que lanza la bola en el óvalo y eso puede hacer que la esfera llegue con más dificultad a un sector de números concreto.
En la ruleta electrónica eso es más complicado que ocurra, pues el encargado de lanzar la pelota es un software informático programado para realizar envíos totalmente al azar. Al no ser un óvalo físico, se reducen a cero las posibilidades de que haya partes desgastadas o desviaciones que eviten el alojamiento en ciertas casillas.
Por lo tanto, la creencia de que los números calientes tienen más opciones de salir y los números fríos tienen menos se trata simplemente de una cuestión de fe o superstición. No obstante, también es una realidad que hay cifras que se repiten más que otras en cualquier secuencia de apuestas y que los datos que utiliza el programa de la ruleta para marcar números que aparecen más y menos son totalmente objetivos.
Estos conceptos pueden ser usados por los jugadores para darle incluso la vuelta a la teoría inicial: pensar que los números calientes van a salir menos por el hecho de haber aparecido ya en varias ocasiones anteriores y apostar por los números fríos porque ya les va tocando salir.
Como vemos esto puede dar más juego a los apostadores de lo que imaginan. Usar los datos de los números calientes y fríos con cabeza te puede llevar al éxito, recordando siempre que el azar es el principal aliado del juego de la ruleta.