Al igual que hay números que dan buenas vibraciones en lo que a la fortuna se refiere, también existen cifras que llevan marcadas la desgracia en ellas.
Son los llamados números de la mala suerte. Son los números que todo el mundo quiere evitar. Los que se obvian, de los que se hace caso omiso.
En los casinos es muy frecuente que ciertos números se queden siempre sin apuesta. Sea por azar o por superstición. El caso es que varían según la cultura en la que no situemos e incluso llegan a coincidir con los números afortunados en otras partes del mundo. Cada lugar tiene sus creencias.
Los números de la mala suerte de Occidente
Para encontrar números desafortunados de nuevo hay que fijarse en distintos puntos del planeta. Diversas razones hacen que algunas cifras se consideren malditas en la cultura occidental.
En algunos casos la tradición es la que manda, en otros casos la experiencia predomina y en casos extremos la única manera de dar explicación a las desgracias humanas es encontrar un número común en ellas.
El número ciento noventa y uno
Precisamente la mala fortuna que rodea al número 191 está impregnada de desgracias. No se trata de algo que se ha ido traspasando de generación en generación, sino que ha servido de explicación a lo inexplicable. En Estados Unidos, en 1979, el vuelo 191 de la compañía American Airlines se estrellaba en el aeropuerto de Chicago.
El resultado fue un total de 273 fallecidos. Seis años más tarde el damnificado fue el vuelo 191 de Delta Airlines, que se estrellaba cerca del aeropuerto de Forth Worth. En esta ocasión murieron 148 personas.
La coincidencia en el número del vuelo no pasó desapercibida para el pueblo americano. Tampoco para ambas empresas que nunca podrán olvidar el 191.
De hecho si en la actualidad intentas comprar un billete de avión en sus páginas webs nunca podrás seleccionar ese vuelo. El número 191 queda marcado por la tragedia en uno de los países en los que hay mayor tráfico aéreo del mundo.
El número trece
El culmen de las cifras que dan mala suerte aparece con el número 13. Para muchos es un número prohibido e incluso en algunas culturas la fobia específica a este guarismo se denomina ‘triscaidecafobia’.
Las personas que la sufren no realizan ninguna actividad destacada en los días 13 de cualquier mes. Hasta tal punto llega este miedo que hay gente que prefiere no salir de su casa para no atraer a los malos augurios.
El origen de la mala fortuna del 13 no se registra en un momento exacto de la historia. Pudo ser originado por varios acontecimientos en varios puntos del planeta, pero lo cierto es que la superstición es común en casi todo occidente.
Muchos historiadores piensan que el origen está en el código Hammurabi. Éste es un conjunto de leyes que el rey de Babilonia estableció para poder regular a su pueblo, pero en el documento no aparece una regla número 13. Seguramente fue un error a la hora de transcribir sin mayor importancia, pero así podría haberse propagado la idea de que este número era desafortunado.
Otra teoría la expone el cristianismo. En la última cena, antes de que Jesucristo fuera crucificado, al banquete acudieron 13 personas. Entre ellas estaba Judas que más tarde entregaría a Jesús al Sanedrín.
Si él no hubiera estado allí la historia hubiera cambiado y los asistentes habrían sido doce. Además la ejecución de Jesús de Nazaret se considera que fue en un viernes 13 de abril, lo que también incluye a este día de la semana en la ecuación de la mala suerte.
Un viernes que caiga en día 13 de cada mes se considera un auténtico peligro. Algo curioso ya que para los jugadores habituales de casinos es un mal día para acudir, ya que suele haber más gente y jugadores más expertos.
Hay otro pensamiento que indica que un grupo de caballeros templarios fueron ejecutados por Felipe IV de Francia el viernes 13 de octubre de 1307. En aquella época los miembros de esta orden eran muy admirados y tenían una gran reputación.
Para muchos, el rey Felipe los acusó de herejes injustamente y a partir de esa fecha propició que este grupo fuera perseguido y que finalmente desapareciera.
Todas estas teorías coinciden en la mala fortuna que desprende el número 13, y sus efectos se pueden ver hoy en día. En muchos edificios no hay piso número 13, al igual que ocurre con la fila 13 en los aviones. Incluso algunos personajes famosos del mundo del deporte han rebautizado a su victoria número 13 como la 12+1.
El número diecisiete
En Italia no comparten la superstición respecto al número 13. Y es que a diferencia del resto de países para ellos el número prohibido es el 17. La explicación está en que en números romanos esta cifra se escribe XVII.
Los transalpinos lo consideran un anagrama de ‘Vixi’ que en latín significa ‘viví’. De hecho, en la época de los romanos, en muchas lápidas se grababa esta palabra en lugar de RIP, que quiere decir «descansa en paz».
Por esta razón muchos edificios italianos no tienen piso 17. Lo mismo ocurre con los aviones en los que se omite esta fila e incluso hubo un caso muy curioso con el modelo de un coche Renault.
La marca francesa sacó a la venta el modelo R17, pero para su comercialización en tierras italianas la designación cambió a R177. Se temía que el uso del 17 provocara rechazo a la hora de comprarlo.
Los números de la mala suerte de Oriente
En los países orientales la superstición es mayor que en occidente. Las tradiciones son muy respetadas y en ocasiones llevadas hasta el límite. Por eso encontramos más números que se consideran desafortunados. Aunque cada país tiene el suyo, algunos coinciden.
El número cuatro
Si el número 13 causa pánico en la cultura occidental, en oriente su equivalente es el cuatro. De hecho la ‘tetrafobia’ se define como el miedo a esta cifra. La explicación es que, en los países del este asiático sobre todo, el cuatro suena como la palabra muerte.
La superstición llega hasta tal punto que en algunas lenguas se ha decidido recuperar un precepto antiguo en el que el número cuatro sonaba de manera diferente.
Debido a esta creencia, los efectos para el cuatro en las culturas orientales resultan devastadores. En los días festivos o cuando algún familiar está enfermo se evita mencionar dicho número. En la numeración de edificios, departamentos, hoteles o calles se omite en la medida de lo posible el cuatro.
Y ya no solo este número sino todos los números que están compuestos de este, como el 14, 24, 34, del 40 al 49, etc. Por ello en China puedes encontrar edificios de muchas plantas en el que se salten todas las que deberían llevar el cuatro.
El número siete
Por normal general el número siete es considerado como afortunado en casi todas las culturas del mundo. Evidentemente si se introduce el ‘casi’ es porque hay una excepción.
En China se cree que el siete en una cifra que atrae a espíritus y fantasmas. La creencia popular expone que el séptimo mes del calendario está reservado para que los muertos visiten el mundo de los vivos. El infierno se abre y los no vivos toman el control. Aun así no es un número al que se le tenga fobia como en el caso anterior.
El número nueve
Muy unido con el número 4, el 9 también es una cifra que da mala suerte en Oriente. Sobre todo en Japón se extiende la superstición de que es en número desafortunado. El origen está en que nueve suena como la palabra tortura o sufrimiento. Por esta razón en los hospitales es bastante normal que no aparezca y se evite mencionarlo.
El número veintiséis
Otro de los números a tener muy en cuenta por su mala fama es el número 26. Para los antiguos egipcios siempre fue un número peligroso, ya que fue en ese día de su calendario cuando el dios Horus fue vencido por Seth.
En la mitología heliopolitana, Horus era el dios del cielo, de la guerra y de la caza. Su padre, Osiris, fue descuartizado por su hermano Seth en 14 partes para poder quedarse con el reino de Egipto y por eso su predecesor quiso vengarse enfrentándose a él. Sin embargo fue Seth el vencedor quedándose como dominador del Alto Egipto y Horus se tuvo que conformar con el Bajo Egipto.
También hay un fuerte desazón por el 26 en la cultura india. Según la numerología, los números se deben sumar para conocer su verdadero significado. Las dos cifras del 26 suman ocho, que es un número considerado en India como el de la destrucción. Además esta cifra está marcada en la historia de los indios por el desastre. Grandes tragedias se han producido en fechas que contenían este guarismo.
El número 666
Otro número que está prohibido en muchas culturas es el 666. Su origen es religioso y se basa en que esta cifra es la marca de la bestia. En la Biblia, el último libro habla de un espectro maligno que tiene el poder de controlar a los pueblos y que Dios lo considera como un desastre.
Este ser tiene siete cabezas y diez cuernos, y su nombre tiene la forma del número 666. Ya en este libro el 6 representa imperfección por el hecho de ser el precedente del 7, el número sagrado.
Por ello para la marca de la bestia se repite el número 6 tres veces, para darle aun más énfasis. A lo largo de la historia esta idea ha cogido forma y muchas leyendas se han creado alrededor de este número. Mucha gente lo considera el número del diablo.
Todos estos datos y cifras pueden ayudarnos a la hora de decidir nuestra combinación de números ganadora. Para los supersticiosos seguro que todo esto resulta de mucha ayuda. Aunque lo realmente cierto es que en el azar nada está escrito.