Misterios en el casino de la Colonia Santa Eulalia

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En el interior de Alicante, entre las localidades de Sax y Villena se empezó a edificar un proyecto muy especial a finales del siglo XIX. La Colonia de Santa Eulalia fue un proyecto utópico que se construyó con la intención de crear un núcleo urbano e industrial que incluyese todas las instalaciones que una sociedad en miniatura pudiera necesitar: fábricas, teatro, estación de trenes, hospedería y hasta un casino para que sus habitantes tuvieran todas las comodidades, se construyeron con la idea de ser independientes de otros núcleos urbanos.

Esta colonia quiso ser reflejo de otras similares que se estaban construyendo en Cataluña, y fue una iniciativa de los condes de Alcudia y Gestalgar, quienes hicieron de las ideas del socialismo utópico una realidad urbanística. La idea era no solo dedicar las construcciones a la gestión de los productos que se obtenían de las tierras (propiedad de los condes), sino además procurar que en torno a esa actividad se levantase una ciudad en miniatura.

Sus inicios fueron buenos, y llegó a funcionar muy bien hasta el inicio de su declive allá por el 1925 y definitivamente con la guerra civil española.

La parte que más nos llama la atención es que trataron de que todas las necesidades de sus habitantes (los trabajadores de las tierras del conde), estuvieran cubiertas con los servicios que la colonia prestaba. Incluso el ocio. En ese sentido, la colonia contaba con un teatro y un casino. Pero la historia del casino tiene más de una lectura.

Al parecer las relaciones entre el conde y la condesa no eran siempre muy cordiales (al parecer no era un esposo muy fiel), y ella decidió en un momento dado trasladarse a vivir a la colonia (donde se había construido una mansión con doce habitaciones). Ella fue la encargada de sacar adelante el casino pero, ¿realmente estaba pensando en la diversión de los trabajadores? Al parecer, con este salón de juego donde la diversión y el dinero corrían alegremente, la condesa pretendía atraer a muchos caballeros a su casa, como reacción y despecho por el mal comportamiento de su marido.

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Como quiera que incluso en aquella época las noticias volaban, el conde debió preocuparse por la -mala- marcha de su matrimonio al ver que su esposa buscaba otros compañeros de ocio en su propia casa, y volvió a la colonia con la intención de arreglar las cosas con su mujer.

Allí sucumbió al ambiente de diversión que su mujer había creado: pasó una noche estupendo entre juegos de casino, compañeros de juerga y algún que otro destilado (la colonia incluía una fábrica de coñac, por cierto). Pero la leyenda no nos deja un final feliz en el que los condes se reconcilian y son felices, no; la leyenda se vuelve truculenta en este punto y tiene un desenlace totalmente inesperado.

El conde, un poco ebrio, salió en algún momento de la noche del casino. Para tomar el aire, suponemos. En las inmediaciones de la sala de juego existía una fuente (de la cual os adjuntamos una imagen actual) a la que el conde se acercó, con tan mala fortuna que tropezó y cayendo en ella de bruces, se ahogó en el agua.

Tras este fin tan terrorífico podemos deducir que las noches de timbas y fiesta debieron extinguirse, pero es que no solo fue eso: la leyenda cuenta que, desde entonces, el espíritu del conde se aparece cuando una joven parecida a su esposa se pasea por las calles de la colonia.

fuente casino santa eulalia

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Pero no sólo esta aparición ha marcado el ocaso de esta colonia, se dice que de las sucesivas familias que ocuparon la casa de los condes, ninguna pareja se salvó de la ruptura o el distanciamiento: ¿quedaron los problemas irresolubles de los condes pegados a las paredes de esa casa, el casino, el teatro, etc.?

No es la primera historia en la que encontramos casinos «malditos» o sospechosos de albergar actividades paranormales, en nuestro artículo sobre el Casino de Rabassada ya os adelantamos que existían en nuestras tierra casinos abandonados y con leyenda negra a sus espaldas.

Pero aún queda algo más por desvelar en cuanto al misterio que rodea a las ruina de la Colonia Santa Eulalia: se dice que sus edificios están construidos sobre un antiguo cementerio musulmán. De la existencia de esta necrópolis se supo durante la propia construcción de la colonia, ya que con los levantamientos de tierras aparecieron los restos humanos.

¿Será pues una venganza tipo Poltergeist por la destrucción del cementerio? ¿Serán los oscuros sentimientos vertidos en las paredes del casino la noche de la muerte del conde? Sea como sea, se afirma que la figura sin descanso del conde vaga por las calles de la pequeña y -en otro tiempo- feliz y próspera colonia buscando quizá a la esposa a la que perdió por sus malos hábitos.