Chinchón

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Dentro del paquete de juegos que se solían practicar en los casinos y que ya no se practican, encontramos el chinchón.

Un juego que se realiza con la baraja española y que durante el primer tercio del siglo XX se hizo muy popular.

Con el tiempo, los casinos acabaron por desecharlo en favor de otros con más tirón.

Pero lo cierto es que es un juego muy divertido y que todavía tiene recorrido en algunas salas.

Historia del chinchón

El origen del chinchón reside en España. Para verlo dar sus primeros pasos nos tenemos que desplazar hasta los primeros años del siglo pasado.

En 1909, el jugador Elwood Baker, creaba un juego llamado Gin Rummy y que es bastante parecido al chinchón.

De hecho, se cree que el origen del nombre podría venir de la partícula “gin”, aunque hay otros personajes que le dan otra explicación.

El juego se hizo muy popular en Estados Unidos y se acabó trasladando a España.

Sin embargo, en la península se empezaron a aplicar una serie de reglas que eran diferentes a las del rummy. Tanto así, que en cada lugar se jugaba de una manera distinta.

La otra vía de creación del chinchón se remonta precisamente a que no había una unanimidad de criterios en esta práctica.

En los bares se jugaba y finalmente todo solía acabar en peleas porque cada apostador jugaba de una manera.

Se dice que un grupo de científicos decidieron reunirse para dar una solución al problema.

El lugar de reunión era el municipio de Chinchón, cerca de Madrid, donde se solía jugar de forma habitual a este juego.

Ninguno de ellos se ponía de acuerdo sobre qué nombre darle y que reglas establecer.

Sin embargo, una vez que llegaron a un consenso en las normas, tenían que buscar una designación para el juego.

Como tal, decidieron darle el nombre del pueblo en el que se reunían y de ahí deriva el nombre de “chinchón”.

Desde ese momento se empezó a jugar de forma regular en todos los territorios de España y al final los casinos lo acabaron incluyendo en su oferta.

Hoy en día ya no se practica, pero en los casinos online resiste. En latinoamérica también se hizo muy popular y todavía se sigue jugando.

Objetivo del juego

El fin de este juego es el de ligar las cartas antes de que lo hagan tus rivales y cerrar la partida.

Si no es posible hacerlo, porque otro jugador lo haga antes, los apostadores intentarán sumar menos puntos que sus contrincantes para no sobrepasar el límite de puntos de la mesa y ser eliminados.

Elementos del juego

  • Baraja española de 40, 48 o 50 cartas (48 + 2 comodines).
  • Tapete (opcional).
  • Fichas de las de apostar (opcional).
  • De 2 a 8 jugadores; Hasta cuatro jugadores se juega con una sola baraja. A partir de 5 jugadores se emplean dos barajas.

Cómo se juega al chinchón

Al ser un juego tan popular no hay un reglamento fijo que determine todas las normas a seguir.

En cualquier caso, nos vamos a centrar en cómo se jugaba al chinchón en los casinos españoles, en épocas pasadas.

Incluso ciertas reglas pueden variar dependiendo de la mesa, en cuanto al límite de puntos a sobrepasar o el valor máximo de una carta no ligada con la que un jugador puede cerrar la mano.

En la mayoría de casinos se solía esperar a que hubiera varios jugadores en la mesa para que compitieran entre ellos como si fuera una especie de torneo.

No obstante, cuando el local estaba vacío existía la posibilidad de jugar un cara a cara con el crupier.

Este último es el que baraja las cartas, pide al jugador que esté a su derecha que haga un corte en el mazo y después se dispone a repartir.

A cada jugador le entregan siete cartas y tras ello deja descubierta una carta al lado del resto de la baraja, que está boca abajo.

Este movimiento se realiza para que los apostadores verifiquen que el crupier no ha hecho trampas, como colocar las cartas para beneficiarse a sí mismo o a algún jugador.

Después de que todos los jugadores miren sus cartas, el primero que juegue debe robar un naipe.

Puede hacerlo del mazo central o puede quedarse con la carta descubierta que dejó el crupier en primer lugar.

Con este movimiento el jugador tendrá ocho cartas en su poder y por tanto debe descartarse de una de ellas y depositarla en el tapete.

En principio la dejará encima de la otra carta descubierta que había en la mesa, al menos que la haya cogido en cuyo caso la depositará donde estaba la primera.

Todos los jugadores deben ir repitiendo este proceso hasta que finalice la partida.

Si las cartas del mazo se agotasen, el crupier recogería las que se han ido dejando en el montón de descartes, las barajaría y volvería a ponerlas boca abajo con una carta descubierta al lado.

La partida sigue hasta que uno de los jugadores de por cerrada la mano.

Pero para eso debe haber ido ligando antes sus cartas. Ligar las cartas significa hacer grupos de naipes que guarden relación.

Las relaciones de cartas válidas en el chinchón son las cartas que tengan el mismo índice (por ejemplo, los sietes) y cartas correlativas con las que se pueda formar una escalera (por ejemplo, un dos, un tres y un cuatro).

Es importante saber que los grupos deben ser de al menos tres cartas y a partir de ahí pueden llegar a ligarse hasta las siete seguidas.

También sería válido por ejemplo un grupo de tres y otro grupo de cuatro.

Valor de las cartas

Hay que destacar el valor de las cartas, que será importante en este momento del juego y en la hora de calcular la puntuación final.

valor cartas chinchón

  • Uno: vale como uno
  • Dos: vale como dos
  • Tres: vale como tres
  • Cuatro: vale como cuatro
  • Cinco: vale como cinco
  • Seis: vale como seis
  • Siete: vale como siete
  • Ocho: vale como ocho (si lo hubiera)
  • Nueve: vale como nueve (si lo hubiera)
  • Sota: vale como diez
  • Caballo: vale como diez (en algunas versiones once)
  • Rey: vale como diez (en algunas versiones doce)
  • Comodines: valen por cualquier carta (si se juega con 50 cartas)

En los casinos normalmente se solía jugar sin ochos y nueves en la baraja y sí que se incluían dos comodines pero también era posible jugar sin ellos si todos los jugadores se lo pedían al crupier.

En cuanto a los comodines, se podían utilizar para ligar las cartas siempre que en el grupo hubiera dos naipes que no fueran comodines.

Es decir, un grupo formado por dos comodines y un dos (trío de doses) no sería válido; mientras que un grupo formado por dos comodines, un cinco y un cuatro (escalera) si sería válido.

Cierre de la partida

Una vez sabido esto nos marchamos al cierre de la partida.

Para cerrar, un jugador debe tener ligadas sus siete cartas en un grupo de siete o en dos grupos de tres y cuatro cartas.

También serían válidos dos grupos de tres o uno de seis y que una carta se quedara sin ligar pero para ello esa carta debe ser igual o inferior a 3, aunque esto puede depender de la mesa del casino en la que se juegue.

Si un jugador quiere cerrar en un turno, debe elegir la carta que va a descartar y en lugar de dejarla boca arriba, la pone boca abajo en la mesa.

Ahí ya el resto de jugadores saben que va a cerrar y que se ha acabado la partida.

De esa manera mostrará su jugada y se contarán los puntos correspondientes.

El resto de jugadores harán lo mismo y el que más puntos haya sumado es el que queda eliminado.

El resto de jugadores iniciarán una nueva partida y el crupier les repartirá las ganancias según lo que hayan apostado y su lugar en el juego.

El que queda eliminado pierde toda su apuesta y no recibe nada.

El resto de jugadores sí que recibirán, aunque eso también depende un poco de las condiciones que tenga la mesa y que deben ser examinadas antes de empezar.

Si el jugador que cerró lo hizo sin haber ligado todas las cartas, la puntuación no podrá ser negativa y en todo caso el mínimo será de cero. La puntuación solo puede ser negativa cuando se han ligado las siete cartas de la baza.

En ese caso las puntuaciones son las siguientes:

  • Cerrar con dos grupos de cartas (uno de tres naipes y otro de cuatro): -10
  • Cerrar con una escalera en la que cuentan los dos comodines: -25
  • Cerrar con una escalera en la que cuenta un comodín: -50
  • Cerrar con una escalera en la que no cuentan los comodines: chinchón

El jugador que hace chinchón gana directamente sin necesidad de contar su puntuación, ya que es la mejor mano posible dentro de este juego.

Hay que especificar que el jugador que cierra no siempre es el ganador.

Puede que un compañero lleve una mano mejor.

Lo lógico es que cierre el que mejor mano tenga, ya que no tendría sentido arriesgarse a tener que seguir con los descartes y obtener una mano peor que la que puede tener.

Sin embargo, hay jugadores que pueden tener una escalera, pero buscar una escalera mejor y no cerrar.

Y es que cerrar la mano no es obligatorio, se puede seguir jugando hasta que se quiera.

Además, no se puede cerrar en la primera ronda de bazas.

Al menos hay que esperar a la segunda para poder hacerlo.

Y algo importante es que no se puede pasar.

Es decir, si nada más repartir llevas una mano con la que quieres cerrar, es obligatorio que descartes una y cojas otra de la mesa.

Eso puede implicar que te quedes con una mano peor.

Aunque esto depende de la mesa y del casino, hay veces en las que los jugadores pueden reengancharse al ser eliminados.

En la mayoría de salas de juego en las que se practicaba el juego se permitían dos reenganches por cada jugador.

En ese caso vuelves a apostar el mínimo de la mesa y entras a una nueva partida.

Hay que decir que, en el momento del cierre, los jugadores que no son los ganadores pueden descartarse de algunos de sus naipes combinándolos con las jugadas de sus contrincantes.

De esta manera, el objetivo es deshacerse de todas las cartas posibles para que no les sumen muchos puntos y no sobrepasar el límite establecido (que suele ser de 100 puntos). Con 101 puntos estarías eliminado.

Esto se hará por turnos, en el mismo orden en el que se estaba jugando. Y además, los comodines no podrán ser utilizados en este momento del juego.

Sobra decir que si un jugador cierra la mano y no tiene al menos seis cartas ligadas pierde de forma automática.

Si lo reitera puede ser vetado de la mesa.