Casinos que anteriormente fueron monumentos históricos y que a día de hoy se han reconvertido para continuar siendo atractivos. Mucho de eso hemos visto en nuestro repaso a salas de juego emblemáticas de todo el mundo y esto también se debe a que el juego representa en parte al arte y no deja de ser cultura en muchos territorios.
En Malta también, por muchas razones. Y solo hay que ver la preferencia por la isla como destino turístico y vacacional de donde viene. Viene de grandes construcciones antiguas como el Palacio Dragonara, reconvertido en la etapa moderna al Dragonara Casino. Aunque otros lugares como el Casino Malta también son dignos de visitar, este casino es el primero que se abrió en la isla y el que más peso ha tenido en la historia. Solo hay que ver por qué.
Historia del Dragonara Casino
El Palacio Dragonara es toda una eminencia en Malta, antes de que se convirtiera en casino y también después y tiene una extraña historia sobre su nombre. Más bien son dos. La primera es que algunos civiles difundieron el rumor de que en sus alrededores se escondía un dragón en una cueva, una teoría que refrendaban los sonidos que se escuchaban en las noches maltesas. Pero probablemente esta leyenda fue creada a propósito por los contrabandistas de la zona, con el objetivo de que la gente se alejara del lugar. Los sonidos seguramente eran fruto del choque de las olas contra las rocas y el viento.
Otra posibilidad es que heredara el nombre de un viejo corsario conocido como Dragut, cuyo campamento de combate se instalaba por esa zona de Saint Julian’s. De hecho, en manuscritos del siglo XVI todavía se conoce a ese punto como Dragut Point y por ello es que la zona heredó el nombre de Dragonara Point. Bastante plausible para un palacio que se construyó en 1870 y que sirvió en un principio de residencia para Emanuele Scicluna. Este banquero se convirtió en marqués por aquella etapa y pasó a ser parte de las altas esferas maltesas.
Aunque no se sabe a ciencia cierta quién lo construyó, lo cierto es que el palacio era muy hermoso y se inspiraba en la cultura neoclásica. Incluso su arquitectura sirvió después para inspirar la construcción de otros edificios de la ciudad. El Palacio Dragonara tenía un patio central, amplios jardines alrededor, una fuente de Neptuno justo antes de la escalinata previa al hall y además incluía frescos proporcionados por un conocido autor italiano y figuras escultóricas femeninas de estilo egipcio. Toda una pieza de arte.
En la Primera Guerra Mundial, Scicluna lo prestó como hospital de campamento, mientras que en la Segunda Guerra Mundial sirvió para acoger a refugiados. Finalmente, en 1964 la familia Scicluna dejó la propiedad en manos de Kursaal Company Limited y ahí es cuando se convirtió en casino. El Casino Dragonara fue el primer casino inaugurado en Malta y sirvió como reclamo para promover el país como destino turístico internacional, sobre todo porque parte de los jardines pasaron a ser el Hotel Sheraton.
Este complejo sería reemplazado más tarde por el Westin Dragonara, aunque el paso definitivo llegó en 1999 cuando Dragonara Gaming Ltd se hace con la propiedad. Entonces el casino es renovado por completo gracias a una inversión de cerca de 15 millones de euros y modernizado para hacerlo aún más atractivo. Ahora recibe unos 350.000 jugadores al año y es uno de esos lugares que destaca desde lejos de Saint Julian’s.
Alrededores del Dragonara Casino
El Dragonara Casino está situado en una especie de saliente o cabo de la isla en el mar mediterráneo y en las noches maltesas de Saint Julian’s reluce como lo que más en toda la villa. La construcción no da de lleno con el mar y eso es gracias al arrecife Merkanti, un arrecife creado de forma artificial y donde convive una buena biodiversidad de especies marinas. En el fondo del mar se colocaron bloques de hormigón en su momento para bloquear las olas y con el paso del tiempo la zona se ha escarpado por la erosión y ha dejado un paisaje digno de ver.
En esta punta de la región de Paceville está el casino, pero en la pasarela que lo conecta con el resto de la ciudad también está el Westin Dragonara Resort, varios hoteles, zonas de recreación como clubes y pubs y ya más adentrados en lo que es el asentamiento hay locales de comida rápida y todo tipo de establecimientos en los que se reparten todos los turistas que llegan a Malta. De hecho la zona está destinada a ello, además de a la llegada de hombres de negocios que también quieran pasar un rato en el portentoso casino.
Dragonara Casino
El Dragonara Casino ocupa un lugar privilegiado en Saint Julian’s con una sala específica en la que encontramos unas 300 máquinas tragamonedas y slots de todo tipo, desde los rodillos más clásicos hasta máquinas de última generación. Los botes progresivos, algunos muy conocidos en el mercado, son ideales y preferidos por los jugadores para poder llevarse grandes jackpots y premios acumulados.
Además de esto hay un total de 15 mesas de juegos de casino en vivo y entre sus juegos destacan:
- Ruleta europea
- Blackjack
- Texas Holdem
- Punto y banca
- Three Card Poker
También hay una sala VIP para juegos privados ideal para grandes apostadores, una sala deportiva con pantallas para ver eventos en vivo y terminales en los que hacer esas apuestas, y sobre todo destaca una sala de poker de primer nivel con vistas a la bahía de Saint George. Es la única poker room del país con vistas al mar y tiene un gran catálogo de eventos entre los que destacan torneos de poker en vivo diarios y cash games según el nivel de los jugadores.
La liga de poker regional se juega los fines de semana y para aquellos que quieran iniciarse tienen paquetes bastante interesantes, incluyendo también alojamiento. En estas ofertas también entran servicios en el Sports Bar & Grill y en los restaurantes La Brasserie y Club Lounge. En ellos pueden organizarse eventos, dar clases sobre cómo jugar a ciertas especialidades y mucho más.
El Dragonara Casino es estricto con la vestimenta y pasar a sus instalaciones cuesta 3€. Dentro es donde espera toda la diversión con su encanto asegurado.
