Dentro de los juegos de cartas del tipo Baccarat, encontramos numerosas versiones, como son el Chemin de Fer y el Banque. Sin embargo, el que nos ocupa, podríamos decir que es el más popular, por eso, coloquialmente se le suele llamar también Baccarat.
El éxito que obtuvo este juego se fomentó, en parte, debido a que los jugadores que participaban en sus partidas eran de la alta sociedad.
La diferencia con los juegos de su clase (Chemmy y Baccarat Banque) radica en que en Punto y Banca, los participantes pueden apostar por la mano de Jugador, por la de la Banca o por el empate entre éstas.
Objetivo del juego
En este juego de Baccarat se enfrentan dos jugadas de dos oponentes ficticios que intentan obtener la mejor puntuación máxima, que es de 8 ó 9 puntos, esta puntuación se obtiene al sumar los valores de las cartas de cada jugador.
El objetivo en el juego es ganar apostando por cuál será el resultado de dicho enfrentamiento. De forma que se tiene la posibilidad de apostar a que gana uno, a que gana el otro o a que empatan. Muy sencillo.
Los jugadores ficticios son denominados como Punto y Banca. Las apuestas hechas a favor del Punto se pagan con una relación de 1 a 1, las hechas a favor de la Banca se pagan con la misma relación 1 a 1 pero descontando la comisión que marca el casino. Mientras, las apuestas a favor del empate se pagan con una relación de 8 a 1.
La partida se desarrolla de forma automática siguiendo unas normas explicadas más adelante, así que los jugadores sólo apostarán sobre un enfrentamiento como por ejemplo si de un partido de fútbol se tratase (1-X-2).
Valor de las cartas
Las cartas que obtienen su valor del número que aparece en ellas son:
– 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9.
Mientras que las figuras tienen estos valores:
– As: su valor es 1.
– 10, J, Q y K: su valor es 0.
Para obtener el resultado de cada jugada, lo que se hace es sumar el valor de las cartas que la compongan y utilizar únicamente el valor de las unidades, obviando el de las decenas. Por ejemplo, si las cartas suman 16, el valor de la mano es 6.
Cuando las dos cartas iniciales suman 8 ó 9 puntos se llama “natural” y es la mejor jugada. Por el contrario, cuando suman 0 puntos se denomina Baccarat, siendo la peor jugada posible de inicio.
Aquí lo podemos ver de forma más visual:
Mecánica del juego
Cartas o naipes empleados
Para que una partida de Punto y Banca pueda desarrollarse, se necesitan de 4 a 8 barajas francesas completas. Éstas, se mezclan y se introducen en el sabot, para que sean extraídas posteriormente.
Mesa de juego, disposición de los jugadores y del crupier
La mesa de juego suele tener forma semicircular, aunque en función del número de participantes puede variar. Puede tener entre 3 y 16 participantes.
Cuando es semicircular, el crupier se coloca en el centro del lado recto, es el encargado de dirigir la partida. Tiene que mezclar las cartas, meterlas dentro del sabot, sacarlas y distribuirlas a los participantes con la ayuda de una pala, mover las cartas y las fichas del casino que representan el dinero, además de ir anunciando cada etapa del juego.
Si la partida se da en un casino físico y en la mesa hay más de 8 secciones, al crupier le acompañarán dos empleados del casino que se encargarán de gestionar el pago y el cobro de las apuestas, además de la gestión de las fichas.
Distribuyéndose en la parte circular, se sientan los jugadores, ocupando cada uno, una de las secciones en las que se divide la mesa, estando en éstas la parte en la que depositar las apuestas.
En el tapete de la mesa podemos encontrar las zonas destinadas a cada una de ellas. Aparecen con el nombre de la elección a la que se quiere apostar, además de la tarifa de pago de cada una de las opciones, siendo: Jugador – Punto (en inglés Player), Banca (Bank) y Empate (Tie).
Dependiendo de cada casino, también pueden participar jugadores que estén de pie, detrás de los que permanecen sentados.
Al contrario que en Banque, en Punto y Banca únicamente se necesita que haya un jugador para que la partida pueda desarrollarse, al igual que pasa en las partidas de los casinos online.
Turno de las apuestas
Llegado a este punto, es el crupier quien se encarga de comunicar que comienza el tiempo para apostar a los jugadores. Estos, deben elegir a qué mano van a apostar, la del Punto , de la Banca o Empate entre ambas, aunque también pueden apostar por varios a la vez. Para ello, simplemente tienen que poner las fichas en los espacios destinados en el tapete de la mesa, en las opciones que consideren.
En las apuestas, es el casino el que marca los límites de las cantidades que pueden ser apostadas, tanto el mínimo como el máximo.
Una vez terminado el turno de las apuestas, el crupier indica a los participantes de la mesa que ha finalizado dicho turno con un “no va a más”.
Resolución de la jugada
Ahora es el momento en que el crupier comienza con el reparto de cartas.
Lo hace dando dos cartas destapadas y de una en una al Punto y a la Banca.
Si en la mano de alguno de los dos contrincantes, se diese una mano “natural” (que las dos cartas iniciales sumen una puntuación de 8 o 9), se finalizaría la mano, y ganaría quien tuviese estas cartas, ya que es la puntuación máxima que se puede conseguir, aunque también podría darse un empate entre los dos oponentes.
Si ninguno de los contrincantes obtiene un “natural”, se procede a jugar las manos del Punto y la de la Banca empezando por la primera de ellas siguiendo las normas establecidas:
Mano del Punto:
- Si el resultado al sumar las dos cartas es de 0 a 5, el Punto o Jugador tiene que pedir una carta adicional, sumando el valor de ésta a las dos cartas que ya tiene y así tener el valor definitivo de la mano. Una vez añadida una tercera carta, se tiene que plantar.
- Si el resultado es 6 o 7, se tiene que plantar.
Mano de la Banca:
Dependiendo de cómo haya sido la jugada del Punto, la Banca seguirá unas normas u otras:
- Si el Punto/Jugador no ha solicitado la carta adicional, la Banca tiene que aplicar las normas anteriores.
- Si la puntuación de las cartas es de 0 a 5 puntos, tiene que pedir la carta adicional.
- Si la puntuación de las cartas es 6, 7, se tiene que plantar.
- En el caso, en el que Punto haya solicitado la carta adicional, la Banca tiene que aplicar las siguientes normas, en función del resultado obtenido con la suma de las dos cartas:
- Si la puntuación de las cartas es 0, 1 o 2, tiene que pedir la carta adicional.
- Si la puntuación de las cartas es 3, y la carta adicional del Punto es de 0 a 7, tiene que pedir la carta adicional. Si es cualquier otra carta, la Banca se tiene que plantar.
- Si la puntuación de las cartas es 4, y la carta adicional del Punto es de 2 a 7, tiene que pedir la carta adicional. Si es cualquier otra carta, la Banca se tiene que plantar.
- Si la puntuación de las cartas es 5, y la carta adicional del Punto es de 4 a 7, tiene que pedir la carta adicional. Si es cualquier otra carta, la Banca se tiene que plantar.
- Si la puntuación de las cartas es 6, y la carta adicional del Punto tiene un valor de 6 o 7 puntos, tiene que pedir la carta adicional. Si es cualquier otra, se tiene que plantar.
- Si la puntuación de las cartas de la Banca, es de 7, se tiene que plantar.
Una vez que ha terminado el turno de la Banca, se comparan las manos de Punto y la de Banca, ganando quien obtenga un resultado mayor, siendo 9 la puntuación más alta ya que se eliminan las decenas del resultado.
Puede que así nos resulte confuso, por ello, a continuación vamos a ver algunas jugadas finales para que nos ayude a entenderlo mejor:
Ejemplo 1
Si las cartas de Punto son 2 y 3 (2+3=5). Tiene que pedir la carta adicional. Si el valor de ésta es 3, la puntuación final es 8 (5+3).
Si las cartas de la Banca son 4 y K (4+0=4) y la carta adicional del Punto es 3, tiene que pedir la carta adicional. Si obtiene un 4, el resultado sería 8 (4+4).
Con lo que tendríamos un empate entre ambos.
Ejemplo 2
Si las cartas de Punto son 8 y 4 (8+4=12, 2 al eliminar las decenas). Tiene que pedir la carta adicional. Si el valor de la que recibe es 9, la puntuación final sería 11 (2+9). Quitaríamos la cifra de las decenas y el resultado final es 1.
Si las cartas de la Banca son 6 y 4 (6+4=10), se quita el valor de las decenas y el resultado es de 0, con lo que tiene que pedir la carta adicional. Si obtiene un 6, el resultado sería 6 (0+6).
En este caso gana la Banca ya que su puntuación es la mayor.
Ejemplo 3
Si las cartas de Punto son 6 y Q (6+0=6), teniendo como resultado 6. Se tiene que plantar.
Si las cartas de la Banca son 6 y 7 (6+7=13) quitamos el valor de las decenas y el resultado es 3, con lo que tiene que pedir la carta adicional. Si recibe una carta con valor 5, el total son 8 (3+5).
De nuevo ganaría la Banca, ya que el valor obtenido es mayor que el de Punto.
Ejemplo 4
Si las cartas de Punto son 2 y 6 (2+6=8), obtiene una jugada “natural”. Esto hace que ninguno de los dos oponentes pueda solicitar la carta adicional.
Si las cartas de la Banca son 4 y 7 (4+7=11) quitamos la cifra de las decenas y el resultado final es de 1.
En esta jugada gana el Punto o Jugador.
Pago de apuestas
Una vez finalizadas las jugadas de Punto y de Banca, tras comparar ambas manos y conocer cuál es el resultado, se da paso a pago y cobro de las apuestas, siendo el crupier el encargado de esta tarea.
Si el Punto gana, los participantes que depositaran sus apuestas a su favor reciben un pago con una relación 1-1, recibiendo una cantidad igual a la apostada, el resto de apuestas se pierden a favor del casino.
Si gana la Banca, las apuestas a favor de la Banca, también se pagarán con una relación 1-1 aunque en este caso habrá que restar la comisión que establezca el casino, que generalmente suele ser del 5%.
Si las apuestas se hacen por el Empate, el pago es de 8-1, es decir, los apostantes del Empate cobrarán 8 veces la cantidad inicial que se había apostado. Al contrario que en las otras apuestas, tanto los apostantes a favor del Punto, como los de la Banca, también recuperan sus apuestas iniciales.
Y un poco de historia para terminar…
El origen de este juego es un tanto incierto, ya que cuenta con más de seis siglos de historia desde las primeras referencias que se hacen a él, encontrándose en países como Italia o Francia. Fue en este último donde se asentó el uso de este juego y donde se comenzaron a establecer las diferentes versiones del juego además de establecer las reglas que lo rigen.
Hacia el siglo XVII, encontramos que fueron las familias reales y las clases altas de la sociedad, los que hacían de este juego uno de sus principales entretenimientos; de ahí a que se impulsara su popularidad.
Como ocurre con el Blackjack, este juego es muy fácil de aprender ya que sus reglas son muy sencillas, además actúa de forma determinante el azar, no necesitando el jugador una gran pericia para poder participar. Por ello, los colonizadores de América, lo llevaron consigo más allá del “charco” y se extendió su uso por todo el continente americano.
Ya en el siglo XIX, el Baccarat se popularizó en diferentes casinos de todo el mundo, aunque iba destinado a un público de clase alta. Un siglo más tarde, los casinos deciden bajar el límite de las apuestas (ya que anteriormente eran muy elevadas, puesto que se dirigían a gente con un alto poder adquisitivo) y de esta forma llegan a un nuevo público.
Actualmente sigue contando con numerosos adeptos, siendo aún, muchos de ellos, los que realizan apuestas muy generosas.
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