El blackjack que salvó a una poderosa empresa de la quiebra

Los empresarios y los casinos. Una relación que tantas otras veces hemos visto y que no siempre ha sido beneficiosa. Quizá es por ese carácter de superioridad que puede llegar a producir el poder y el dinero en una persona y que a veces le hace perder el norte. Hemos revivido historias de todo tipo con magnates que han sido capaces de gastar mucho dinero en mesas de blackjack, juegos de poker, ruleta, etc. Y también hemos presenciado casos desesperados en los que el juego se convirtió en el último recurso de alguien. En la necesidad nos centramos hoy.

Lo que podemos tener seguro es que los casinos de Las Vegas van a estar presentes en todo esto, ya que son como el denominador común de todas estas historias. Un buen momento para acordarse de la ciudad del pecado ahora que sus casinos han podido volver a abrir. La situación sanitaria tan crítica por la que ha pasado el país en 2020 dejó sin juego a la ciudad del juego, con sus locales de entretenimiento cerrados, algo que no ocurría desde hace 57 años. ¿Qué hecho se dio entonces? El fallecimiento del presidente Kennedy que conmocionó a los Estados Unidos.

Los jugadores han podido seguir con su ritmo de vida a través de los casinos online, pero ya hacía falta el volver a tener contacto con las mesas. Y precisamente de las mesas de Las Vegas queremos hablar cuando hablamos de Fred Smith. Para algunos será un absoluto desconocido, mientras que otros lo conocerán como el actual fundador de la empresa con servicio de paquetería, correo y logística en general Federal Express, más conocida como FedEx. Fred tiene tras de sí una historia alucinante con relación al juego que le permite a día de hoy ser un multimillonario y su empresa una de las más grandes e importantes del mundo.

Rescatando las raíces de Smith, encontramos a un chico que tuvo unos primeros años de vida complicados con la muerte de su padre y el desarrollo de una enfermedad que le impidió caminar con normalidad. Por suerte pudo rehabilitarse y superarla, mientras en su escuela comenzaba a desarrollar el espíritu de un joven emprendedor con una ambición atípica para un chico de su edad. Tras terminar sus estudios con éxito y dar el salto a la universidad, terminó graduándose e inscribiéndose en la Marina. Un giro de los acontecimientos para la vida del estadounidense.

Estuvo tres años que no fueron fáciles para él, participando en la Guerra de Vietnam como piloto y regresando a casa con varias medallas de condecoración en su haber. Eso le curtió y le ayudó a poder proseguir su vida con la ilusión de tener una empresa propia con una flota de aviones que fuera capaz de enviar entregas a todos los lugares del planeta. Quizá por eso invirtió previamente en una empresa dedicada a esta rama, se empapó de ella lo que pudo y pocos años más tarde fundó su propia empresa: FedEx.

Esto ocurrió a principios de los años 70, en los que la empresa contaba con 8 aviones y 35 destinos únicamente. Sin embargo, la subida del precio del combustible comenzó a ser un pozo sin fondo para la institución de Smith. En poco tiempo acumuló pérdidas millonarias, lo que le dejó sin margen de reacción para que le concedieran créditos. Si no conseguía solucionar la situación con rapidez, terminaría por tener que declarar la bancarrota. Y ahí es donde entró en acción el juego, porque con los últimos 5.000 dólares que había en la reserva de FedEx, Fred tomó un avión a Las Vegas.

Dispuesto a jugárselo todo a una carta, concretamente a dos si hablamos del blackjack, el americano no tenía de otra opción. Con esos 5.000$ no le daba ni para pagar las facturas de combustible de la siguiente semana, con lo cual ese dinero se convertía en humo si se dejaba quieto. Seguramente los empresarios de su junta se habrían opuesto rotundamente a la idea, así que decidió marcharse solo, pero no sin una red. Smith tenía conocimientos básicos sobre blackjack que habría adquirido en otra etapa de su vida. Quizá la vida social entre los batallones de soldados le dejó esta clase de enseñanza, o quizá simplemente era un apasionado de este juego en el fondo.

Posteriormente sabríamos que Fred Smith estaba muy interesado en los juegos de cartas, y que es un habitual en torneos de poker. Hoy en día se desconoce que clase de estrategia de blackjack utilizó el de Misisipi en el blackjack americano, pero lo que sí se conoce es que convirtió los 5.000 dólares en 32.000$ después de un fin de semana de mucha fortuna en Las Vegas. Unas ganancias espectaculares para lo que todavía no era un jugador del todo experto en la materia. Que no era profesional para ser más exactos.

Con ese dinero, FedEx pudo salvar su cuenta por unas semanas más y convenció a los bancos y fondos de inversión para que le financiaran por un tiempo. Para el que no lo tenga presente, ahora mismo la empresa es la segunda aerolínea con la flota de aviones más grande de todo el mundo, hace miles de entregas a diario y tiene un valor que supera los 40.000 millones de dólares. Smith es ahora un hombre con un patrimonio que traspasa los 5 millones.

Los riesgos tienen unas consecuencias, pero también grandes oportunidades de poder ganar. Smith representa a la perfección esa doble vertiente del juego, en este caso del blackjack, y también ilustra a la ciudadanía en el sentido de lo que es hacer una apuesta pero con un conocimiento previo y una estrategia definida. Nada de lo que hizo fue sin meditar y con un carácter impulsivo. Hay que saber cómo apostar y cuándo hacerlo.