Una vez más continuamos viendo los mejores casinos presenciales que tenemos en el mundo. Ya hemos visto muchas construcciones muy importantes y que se construyen como fruto de proyectos muy ambiciosos y que suelen incluir el asentamiento de un resort vacacional.
Este tipo de salas de juego atraen a mucha gente, ya que el cliente busca una experiencia completa.
Una experiencia que incluye alojamiento y una oferta vacacional muy provechosa con multitud de opciones para elegir. En concreto en España es complicado ver este tipo de asentamientos, ya que el auge definitivo del juego está aun por llegar y nada tiene que ver por ejemplo con Estados Unidos. Ciudades de este territorio como Las Vegas sería un buen ejemplo.
En el territorio peninsular no han tenido arraigo estos complejos vacacionales, sino que los casinos presenciales suelen estar solos.
Cuando decimos solos nos referimos a que el edificio no está dentro de un resort, sino que suelen situarse al lado de urbanizaciones de renombre o sitios neurálgicos de las ciudades por las que circulen muchos ciudadanos.
Las salas de apuestas que están situadas cerca de una zona costera se han acentuado en los últimos años en tierra española. Es la forma de aprovechar el tirón que tiene el turismo de playa logrando un permiso para constituir un casino muy cerca de estas zonas. En ocasiones los hemos visto en primera línea de playa.
En todas las ciudades los magnates de casinos buscan una motivación en su nicho de mercado para incitar a acudir a su establecimiento. La motivación no siempre es el turismo como tal, sino que en ocasiones es el auge de algunos juegos lo que lleva a un promotor inmobiliario a tomar la decisión.
En el día de hoy nos vamos a centrar en la Costa Brava, es decir, en la zona del litoral catalán. Concretamente vamos hasta la provincia de Gerona y nos centramos en la población de Lloret de Mar.
Allí nos encontramos el Gran Casino Costa Brava, una construcción que tuvo mucho que ver con el poker y que está considerado como uno de los mejores casinos físicos de España.
La intención de los que idearon el casino era la de crear un lugar dedicado al poker y que pudiera tener mucho que ver con este juego. Un reclamo para que jugadores de todo el mundo acudieran a este salón de juegos.
Hoy en día es uno de los mejores casinos que tenemos en nuestras fronteras.
Historia del Gran Casino Costa Brava
Este casino ha respondido a las demandas que ha ido teniendo el término municipal de Lloret de Mar a lo largo del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Esta ciudad arrancó el siglo anterior como un asentamiento más de playa de la Costa Brava.
Tenía su público, pero no comenzó a tener un gran auge hasta los años treinta.
Fue en ese tiempo cuando la nobleza catalana se empezó a desplazar hacia esta localidad de Gerona. Sus playas, su clima mediterráneo y el ambiente que se respiraba atrajo a familias muy adineradas de la época, incluso con la guerra civil de por medio.
Con el paso de las décadas el turismo vacacional se fue desarrollando y, como era lógico, la población fue orientando sus negocios hacia la posible clientela que llegara a través del turismo tanto nacional como internacional.
En los últimos años del siglo XX ya había muchas construcciones hoteleras disponibles para todos los visitantes de Lloret de Mar.
La ciudad ya era una opción real para la gente que quisiera realizar una escapada de varios días en verano y el sector turístico crecía de forma exponencial y a un ritmo endiablado.
El mejor ejemplo fue el Gran Hotel Monterrey, un complejo que consiguió la distinción de cinco estrellas y el ser uno de los más lujosos del territorio nacional.
Un lugar para hospedarse magnífico y que sin duda formaba parte de la oferta de un segmento de población muy exclusivo. Un total de 50.000 metros cuadrados con jardines muy exóticos y vistas espectaculares al mar Mediterráneo.
Una parcela demasiado grande la que ocupaba y que en el futuro adquiría un hombre de negocios y del sector del juego.
Éste propuso que una gran parte de los jardines de este hotel se convirtiera en un casino que pudiera cumplir con los requisitos de ese gran público que ya se hospedaba en la construcción actual. Un público que había despertado una gran afición por el poker en los primeros años del nuevo siglo. Era una buena oportunidad.
Era la oportunidad del Gran Casino Costa Brava. En el año 2010 se llevaba a cabo el proyecto en el centro de Lloret de Mar. Un proyecto en el que tuvo mucho que ver Fermín Vázquez.
Este promotor regentaba el estudio b720 Arquitectos y fue junto a sus asesores con los que ideó un edificio cuanto menos destacable y cuyo objetivo era cumplir con los requisitos medioambientales que pedían las autoridades.
Un lugar que también fuera muy práctico, pero que a la vez fuera único y tuviera poco que ver con el resto de casinos que se habían levantado hasta el momento por los alrededores. Una construcción en la que destacaban sus tres niveles muy bien conjuntados en lo que era el propio edificio.
Los jardines que se seleccionaron para convertirse en el nuevo recinto del casino son los que confrontan con la carretera de Tossa de Mar y la calzada que deben utilizar los automóviles para acceder al Gran Hotel Monterrey.
Lo curioso es que desde los alojamientos da la sensación de que el casino está enterrado en las propias zonas verdes que lo rodean.
Sin embargo, de cara al público es visible completamente desde la vía pública y da al propio hotel la oportunidad de resaltar con los juegos de luces que incluye una zona de servicios y ocio como las que suelen dar los casinos.
Aun así, la cubierta que posee el recinto, cubierta de jardín, protege a la construcción de los problemas que puede emplear la contaminación acústica de la carretera.
La inauguración se llevó a cabo el 22 de julio de 2010 y en ella se invitó a grandes personalidades de este sector para que pudieran ser los primeros en admirar la obra.
Una presentación que ya la querrían muchos presidentes de clubes de fútbol, por ejemplo, para sus equipos. La estrategia de marketing tenía que ser contundente y eso lo lograron.
Alrededores del Gran Casino Costa Brava
El Gran Casino Costa Brava está situado en la zona turística de Lloret de Mar. A uno de sus lados encontramos una zona totalmente llena de hoteles y lugares en los que alojarse, además de restaurantes y otros puntos de ocio identificados. Al estar en el centro de la ciudad tiene un fácil acceso para el ciudadano de a pie también.
Los clientes que se hospeden tanto en el hotel como en el casino y que desciendan directamente hacia el paseo marítimo, lo primero que encontrarán será la Punta des Calafats, un saliente costero muy conocido en la provincia de Gerona.
A otro de los lados del casino vemos la zona residencial La Montgoda, llena de chalets y casas de lujo que suelen ser una buena oportunidad para ese turismo más exclusivo. Una zona con monumentos y calas destacadas que visitar en la zona de la costa.
Gran Casino Costa Brava
El Gran Casino Costa Brava incluye un territorio aproximado de más de 20.000 metros cuadrados dedicados al juego. Es un recinto amplio, pero que no llega a erigirse como uno de los más grandes del territorio nacional.
Posee un total de 90 máquinas tragaperras, todas ellas con las últimas tecnologías de mercado y con varias posibilidades de límites de apuesta.
Desde los clásicos rodillos, pasa a artilugios con juegos electrónicos y grandes jackpots. Y no es esto lo único, ya que se puede jugar a otras prácticas en máquinas electrónicas con las que competir en vivo con otros jugadores del mundo en tiempo real. Una oferta bastante buena y complementan las mesas.
Este casino incluye los siguientes juegos en sus tablas:
- Ruleta americana
- Ruleta inglesa
- Ruleta francesa
- Blackjack
- Baccarat
- Punto y banca
- Stud Poker
- Caribbean Poker
- Texas Holdem
Una oferta bastante completa que también incluye un total de 36 ruletas electrónicas. Pero sin duda lo destacable es que para los amantes del poker se realizan torneos de forma muy regular en las salas privadas del salón. Torneos que arrancan a partir de las 19:00 y que tiene diversas variantes y diversos límites de apuesta.
Además de celebrar eventos gastronómicos, también incluye una sala de convenciones preparada desde 10 a 1.000 personas. También la sala de juegos deja su sitio a los eventos deportivos, a los que se puede apostar a través de las máquinas preparadas para ello.
Los horarios para las tragaperras son de 10 de la mañana a cuatro de la madrugada, a excepción de viernes y sábado que están hasta las cinco de la madrugada.
En cuanto a las mesas, están abiertas desde las 5 de la tarde hasta las horas de cierre idénticas a las de las tragaperras. Respetando las normas de etiqueta y el pago por entrar se podrá disfrutar de este encanto en la Costa Brava.