Para encontrar un capítulo más dentro del repaso a los mejores casinos del mundo nos tenemos que desplazar a América Central. Y es que ya hemos visto como algunas de estas salas de juego forman parte de resorts vacacionales en los que el turismo está a la orden del día. La intención de las compañías que reflotan todas estas construcciones es que, además de unirte al amplio mundo de las apuestas, realices un confortable viaje a una zona muy bella y exclusiva.
Así lo pudimos observar en el Sun City Casino, situado en un complejo precioso en Sudáfrica. En esta ocasión cambiamos de continente y nos desplazamos hasta las islas centrales del Caribe. En ese punto encontramos la Mancomunidad de las Bahamas, una zona cuya economía depende mucho de los Estados Unidos y que por tanto le hace cobrar importancia. Su isla más conocida es la de New Providence, quizá porque la leyenda cuenta que allá por el siglo XVI era un gran refugio para los piratas.
Más tarde se acabó estableciendo allí la capital de las islas, la ciudad de Nasáu. Es el territorio más poblado del país con más de 240.000 habitantes y concentra más de dos tercios del total de habitantes. Gran parte de las islas que forman esta unión están despobladas y eso atrae y sigue atrayendo a grandes magnates del sector turístico e inmobiliario. En la década de los noventa fue en la que más empezó a crecer la oferta de complejos de lujo, pero ya antes algunos conglomerados habían echado el ojo a las Bahamas.
Muy cerca de la propia capital se encuentra la llamada Paradise Island o Isla del Paraíso. Allí la empresa Resorts International puso el ojo hace ya ahora más de cincuenta años para realizar el gran complejo Atlantis Paradise Island, en el que se encuentra el casino que hoy nos ocupa. Una propiedad con grandes posibilidades de alojamiento y de diversión.
Historia del Atlantis Casino
Para poder explicar bien todo lo que fue el desarrollo del casino, hay que hablar ineludiblemente de Atlantis Paradise Island. En sus inicios la empresa Resorts International llegó a tener de máximo accionista al mismísimo actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Éste, en la década de los sesenta, decidió que era el momento de vender sus propiedades plagadas de deudas. Solo decidió quedarse con la Trump Taj Mahal, que actualmente comprende el Hard Rock Hotel y Casino de Atlantic City.
El resto se lo vendió al magnate de los medios de comunicación, Merv Griffin, un hombre que le iba a dar forma por fin al complejo y al casino. El Paradise Island Hotel y Casino era inaugurado en 1968. La construcción parecía imponente desde el exterior y durante bastantes años funcionó muy bien. La sala de juegos fue visitada por grandes personalidades de la época, que solían viajar para hacer turismo a las Bahamas. Sin embargo, sus directores notaban que era necesario realizar una remodelación que le cambiara la imagen.
Eso llegaría con el cambio de dueño que se produjo en 1994. El sudafricano Sol Kerzner y su empresa Kerzner International Limited se hicieron con los derechos y el control de la propiedad y de toda la Isla del Paraíso. Kerzner quería construir un nuevo complejo, aunque sin derribar por completo el otro. Así que con sus grandes dotes de dirigente hotelero decidió reconstruirlo.
El nuevo complejo incluía los alojamientos “The Beach” y “The Coral”, que se inauguraron cuatro años más tarde, en 1998. La construcción poco después de “The Royal” fue la gota que colmó un resort que ya estaba perfectamente acondicionado para ser uno de los más lujosos del mundo. El nombre cambió a Atlantis y todos los edificios restantes fueron acondicionados para que cumplieran con las exigencias del nuevo tema del complejo vacacional. Tan buena fue esta faena que para el año 2002 “The Royal” fue calificada como la torre que incluía la habitación de hotel más cara y más espectacular del mundo.
Todo iba a pedir de boca, también en términos económicos. Las licencias para poder construir lugares de juegos se consiguieron en poco tiempo y el nuevo Atlantis Casino estaba listo para darse a conocer. Es cierto que en 2001, la propiedad sufrió una importante bajada con motivo del atentado de las torres gemelas en Estados Unidos. El turismo se redujo y la seguridad entró en escena.
Pasado ese tiempo, Resorts International siguió aumentando la oferta con la construcción del “The Cove Atlantis”. Un hotel de más de 600 suites y casi 500 habitaciones para los huéspedes. Era 2007 y el turismo seguía creciendo, y mucho tuvieron que ver los dos puentes de unión que construyó la empresa con la isla de New Providence. Todo estaba muy bien acondicionado y el casino no era menos. Este unía los edificios de “The Royal” y “The Coral”, y además atravesaba una bonita laguna. Sus salas fueron decoradas por el artista Dale Chihuly y para darle aún más majestuosidad incluyó varias esculturas de cristal.
En la actualidad destaca precisamente por estas obras, que lo hacen un lugar especial y diferente. Ahora cuenta con todas las modernidades que podamos imaginar y ha sido calificado con la mayor puntuación por casi todos los órganos con voz y voto en el mundo de los casinos.
Atlantis Casino
Una vez presentado todo lo que tiene a su alrededor, es hora de hablar del casino y de toda la oferta que presenta. En los últimos años han desarrollado un sistema por el cual los clientes insertan la tarjeta de su habitación en cualquier máquina de la sala de juegos y pueden acceder enseguida a todas las ofertas. Además, incluyen lecciones sobre cómo jugar a los juegos del casino todos los días. Un ofrecimiento ideal para principiantes.
Tanto en la sala principal como en las contiguas encontramos un total de más de 750 máquinas tragaperras, que admiten todo tipo de monedas y de tickets. El mínimo exigido es de un centavo, el máximo de cien dólares y hay infinidad de tipos de tragaperras de las que puedes disfrutar. Desde las míticas como “The Cleopatra” o “Black & White Wild Jackpot”, hasta las “Coyote Moon”, “Good Fortune” o “Sand Dollar”. Además, realizan torneos de slots prácticamente todos los días.
En cuanto a las mesas, encontramos varios juegos en los que poder desenvolvernos:
- Blackjack
- craps
- Ruleta
- Baccarat
- Let it Ride
- Three Card Poker
- Texas Holdem
En el Atlantis Casino hay hasta un total de 85 mesas con todos estos juegos y sus variantes. En principio solo se puede jugar en horarios de tarde, aunque van modificando con la llegada de las épocas más turísticas. También incluye otras salas en las que poder apostar a estas tablas mientras se realizan otras actividades. Está el salón privado, de mucho más lujo que todos los anteriores, y donde poder disfrutar de los juegos con apuestas más altas; The Cove Pool, una sala que incluye piscina y en la que jugar mientras los clientes se dan un chapuzón; y Sea Glass, una zona al aire libre con grandes vistas al mar.
En el interior de la sala de juegos también hay un espacio reservado para apuestas deportivas, como carreras de caballos o deportes en general. Esta sala incluye retransmisión de hasta 20 eventos diferentes en vivo, 44 máquinas en las que realizar las apuestas y otras 6 que son para clientes VIP, con cuotas mucho más altas.
Para completar aun más todo esto, incluyen una larga lista de ofertas especiales con tarjetas específicas de saldo para los clientes. También este resort tiene varias filiales en puntos neurálgicos de Estados Unidos desde los que se pueden contratar escapadas tanto al Atlantis Paradise Island, como al casino. Por lo que antes de viajar se pueden llevar ya integradas las ofertas que se van a consumir.
Hasta créditos se pueden pedir en el Atlantis Casino. Los directores decidieron que era una buena idea incluir un sistema de ofrecimiento de dinero por adelantado con intereses al cliente. Aunque para ello tengas que informar primero y demostrar que no tienes ningún tipo de problemas con estas prácticas. Una oferta muy amplia para un resort de lujo y que cada año va ganando más adeptos.
Los clientes más habilidosos pueden hacer las delicias en estas salas muy bien equipadas, aunque para los nuevos clientes es para los que más ofertas tienen. Estos pueden ir ganando puntos en las tragamonedas, que van acumulando en una clasificación y después se reparten premios entre los que más puntuación hayan obtenido. Y para las mesas les ofrecen un total de cien dólares para poderlos apostar como quieran y cuando quieran.
Una gran oportunidad que pueden disfrutar las 24 horas del día. Por supuesto el casino está conectado con los edificios de alojamientos, por lo que se puede reservar una habitación muy cerquita de éste. Y en los restaurantes de las salas correspondientes los clientes son atendidos con las mejores delicias de la zona y gastronomía típica también de Estados Unidos. La esencia americana nunca se pierde, esa esencia que dan las salas de juego de Las Vegas por ejemplo, en lo que está ambientado este Atlantis Casino.