Irlanda es un país que tiene algo especial y los turistas lo saben. En los últimos años, la isla se está conviertiendo en un destino muy recurrente para acudir a aprender inglés. Los estudiantes la seleccionan como punto de intercambio y se marchan a estudiar allí con la esperanza de poder mejorar el lenguaje anglosajón.
Muchas empresas irlandesas han sabido aprovechar este tirón y ofrecen a estos jóvenes puestos de trabajo con los que puedan sustentar sus gastos e incluso su residencia en el territorio nacional. Irlanda también ofrece buenas oportunidades de vivir durante unos años en ella y después regresar al lugar de origen.
Pero no solamente los estudiantes colman el enclave turístico irlandés, sino que su rica cultura ayuda a que sea seleccionada como destino vacacional, cada vez con más frecuencia. Las leyendas que se ciernen sobre la población británica son muy atractivas y sus amuletos en busca de la suerte se han ido expandiendo a casi todas las culturas.
Quién no conoce la historia de los tréboles de cuatro hojas, que tan complicados son de encontrar, o la leyenda de los leprechauns, los típicos duendes pequeños vestidos de verde que iban en busca de una olla de oro llena de monedas. Incluso el arco iris se relaciona también con la fortuna en esta tierra.
Todas estas creencias ofrecen a Irlanda una opción de crear incertidumbre y curiosidad en los viajeros y que elijan algunas de sus ciudades más destacadas como lugar de descanso. Algunas de esas supersticiones son muy típicas en casinos, por ello hay mucho personaje inquieto que quiere arriesgar y desafiar a la suerte en algunas de sus mejores salas.
La capital, Dublin, es la mejor situada para esta tarea. Tras pasar una agradable tarde disfrutando de su gastronomía y empapándose de su cuanto menos curiosa cultura, acudir a una sala de juegos a tratar de llevarse algún premio de vuelta a casa es un plan inmejorable. Y para eso hay un casino fijado en el camino.
El Sporting Emporium Casino es un establecimiento situado justo en el centro de la capital irlandesa, en la conocida South Anne Street. Su caché está avalado por uno de sus máximo dirigentes, Dermot Desmond, un empresario local con gran prestigio, y sus instalaciones no dejan insatisfecho a nadie.
Tampoco a los mejores jugadores de la zona y los que llegan desde el extranjero a participar en alguna de sus competiciones, o simplemente para colaborar en alguna reunión de negocios y después compartir un rato de diversión.
Historia del Sporting Emporium Casino
El Sporting Emporium Casino abrió sus puertas en el año 2005, como fruto de un proyecto ambicioso en el que se quería construir un recinto de juego que fuera referencia en el mundo.
Una sala de juegos bastante reciente que ha regentado desde el principio un exitoso empresario como Desmond, aunque no le han salido demasiado bien las cosas en términos económicos al irlandes. Y es que desde el principio el casino operó en números rojos y ha sido muy complicado poder sacarlo de esa situación.
Tras 10 años de vida, el gran servicio dado a los clientes contrastaba con las pérdidas acumuladas y las deudas con los acreedores. Desmond trató de solucionar el problema inyectando al negocio fondos de otra empresa de la que posee el control final y que tiene su sede en Gibraltar como es Bottin Investments Ltd.
La situación mejoró y al menos pudo seguir tapando sus carencias de cara al cliente, que tan solo ve la bonita estampa que ofrece a simple vista esta sala de juegos bien decorada y con múltiples opciones de diversión.
Alrededores del Sporting Emporium Casino
La situación del Sporting Emporium Casino es inmejorable en pleno centro de Dublin. Al lado queda la denominada como Anne’s Lane, una de las estrechas calles del corazón de la villa que está repleta de paraguas de todos los colores con los que evitar las inclemencias del tiempo.
Típica estampa británica, que se funde con otros atractivos, como la gran cantidad de parques y zonas verdes que podemos encontrar a nuestro paso hacia el casino. El conocido Teatro Gaiety está a apenas unos pasos, misma distancia a la que encontramos el Museo Nacional de Arte Natural o el pequeño Museo de Dublín.
Un destino muy bueno para pasear y para practicar el arte de la fotografía, también en los muelles de la orilla del río Liffey, que divide la ciudad y deja en la parte sur todo lo mencionado anteriormente. Además, una de las cosas de las que puede presumir Irlanda es de sus sistemas de comunicación.
El aeropuerto es el más solicitado, pero también se podrá optar por tomar un coche de alquiler o trasladarse en servicio público. En ese sentido no hay problemas con los horarios para llegar cuánto antes al casino. Incluso desde el propio aeropuerto se pueden encargar todos estos servicios.
Sporting Emporium Casino
El Sporting Emporium Casino es el lugar ideal para jugadores que sean activos y que se impliquen en toda la oferta que se pone a su disposición. El cliente es tratado como un rey en unos salones con elegantes alfombras, lámparas de techo de luz baja que ofrecen mucha intimidad y una decoración muy refinada. Las bebidas son gratuitas y se reparten canapés y demás comida de forma gratuita cada cierto tiempo.
Este casino no cuenta con máquinas tragaperras ni máquinas de vídeo, algo que resulta cuanto menos curioso, aunque lo compensan gracias a sus tablas y sus juegos. Entre ellos están:
- Blackjack
- Blackjack de apuesta gratuita
- Ruleta
- Brag
- Punto y banco
- Money Wheel
- Baccarat
- Sic Bo
- Texas Holdem
En cuanto al blackjack destacar que existen apuestas complementarias y laterales que se pueden realizar, aunque la verdadera novedad es la variante de apuesta gratuita, que no se encuentra en todos los casinos. En las ruletas, ya sean con crupier o electrónicas, también se pueden hacer apuestas secundarias.
No podemos olvidar el brag, lo que se conoce popularmente como Three Card Poker y que recibe ese nombre tan peculiar en este casino.
En cuanto al resto de la oferta de poker, hay salas para todos los públicos y salas privadas en las que se llevan acabo ligas de este juego. Ligas que pueden ser de apuestas de bajo riesgo o juegos de dinero que pueden llegar a ser sin límites. También se celebran torneos con otros juegos de azar implicados, pero de forma más ocasional.