Un casino de exposición en Quebec

Los casinos son estructuras diseñadas y preparadas para entretener a los jugadores más osados. En sus interiores es donde se cocina todo el juego y espectáculo que pueden aportar las apuestas y lo que les rodea. Pero también desde fuera, un casino puede convertirse en un atractivo, sobre todo si se trata de uno de los más grandes del mundo.

Canadá es uno de los países que mejores cifras registra en cuanto a juego y como tal necesita salones que estén a la altura de la pasión de sus ciudadanos. No solo cuenta lo que hay dentro de la construcción, sino también la que hay fuera. Si no que se lo digan al Casino Niágara, cuyas visitas son una delicia.

En esta ocasión vamos a centrarnos en el que es el casino más grande de Canadá. El Casino de Montreal, famoso por albergar los pabellones de la Expo 67, por encontrarse en una zona puramente turística, y por contar con unas conexiones de transporte espectaculares. Aunque no seas amante del juego, querrás acercarte a este lugar.

Historia del Casino de Montreal

Pabellones del Casino de Montreal

El Casino de Montreal echó a andar en el año 1993 y fue diseñado para estar abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana. La Société des Casinos du Quebec (SCQ) es la empresa que lo regenta desde sus inicios, una institución pública y gubernamental que proporciona a las administraciones locales ganancias a través de los salones de juego de la región. No es el único que tiene, ya que un año antes se le encargó que abriera diversos centros a lo largo de todo el país canadiense.

Este edificio fue uno de las más destacados y que desde un principio tuvo una gran aceptación por parte de la comunidad de jugadores. En sus primeras semanas batió registros inimaginables y en el primer año llegó a alcanzar las más de 750.000 visitas. A partir de 2013, cuando se realiza una remodelación, es cuando pasa a ser prácticamente un atractivo turístico. Su arquitectura atrae incluso a personas que no se ven especialmente atraídas por el juego.

Y es que el edificio cuenta con una pantalla gigante multimedia expandible de 14 metros de ancho y 21 de largo, imposible no acercarse a observarlo desde fuera, como poco. Además, cuenta con otros dos pabellones más con los que se interconecta como son el Pabellón de Francia y el Pabellón de Quebec. Ambos se edificaron en el 67 con motivo de la celebración de la Expo y fue el de Quebec el que se quedó con la cifra más alta de visitantes. Ahora se conectan con el casino y funcionan como sala de reuniones, banquetes y eventos organizados por la sala de juegos.

El edificio del casino tiene un total de seis pisos entre los que se reparte toda la diversión. Un total de 95 millones de dólares costó su construcción y fue una las joyas de la corona del sistema de juego que quería crear Quebec a su alrededor.

Alrededores del Casino de Montreal

Alrededores del Casino de Montreal

Esta sala se encuentra en un emplazamiento muy conocido de Canadá. La conocida como Isla de Notre Dame es una isla artificial, construida en 1967 con motivo de la celebración de la Expo de dicho año. En este lugar, una zona muy turística y exclusiva del Quebec, se puede acceder a la costa y a los rápidos de Lachine, donde muchos deportistas acuden como entrenamiento para después competir en canoa en los Juegos Olímpicos, o simplemente como diversión.

El río San Lorenzo le da la posibilidad al casino de estar muy cerca de estas atracciones y de formar parte del Parc Jean-Drapeu, una zona verde de la isla y donde también se encuentra el circuito Gilles Villeneuve, donde se celebra cada año el Gran Premio de Canadá de Fórmula Uno. En temporada alta, esta zona es un reguero constante de turistas, mientras que en temporada baja son los jugadores que acuden al casino los que dan vida al lugar.

Casino de Montreal

La zona del Casino de Montreal

El Casino de Montreal tiene reservada para su área de juego una superficie que se acerca mucho a los 50.000 metros cuadrados. La tripleta de edificios que lo componen le permiten poder incluir más de 3.200 máquinas tragaperras de todo tipo, desde las máquinas más clásicas, hasta los módulos con opción a apostar en diversos juegos virtuales, pasando por máquinas de lotería y de vídeo. Quizá por lo que más sorprende es por su apuesta por el keno, con partidas que se celebran de forma regular, emulando lo que hacen otros casinos con el bingo.

En mesas de juego tienen un gran despliegue superando el centenar, y con todos estos juegos a disposición del cliente:

Uno de los casinos más completos que hemos visto en este aspecto y en cuanto a variantes de un mismo juego, como en el caso del blackjack. Además, si eres de los que aun estás por aficionarte a las apuestas o si no terminas de dominar algún juego, puedes ingresar a “la zona” antes de ponerte a jugar. Es una parte del salón en la que se organizan grupos a los cuales se les enseña las reglas básicas y cómo jugar a la variante que los usuarios soliciten. Lo que serían unas clases de iniciación y de primera toma de contacto. Las apuestas son muy bajas en esta parte para garantizar que los jugadores no pierdan muchas fichas antes de poder acudir a las mesas reales junto a otros apostadores.

Toda esta zona de juego la amenizan tres bares y cinco restaurantes. Los hay de comida rápida, comida asiática, buffet libre y comida típica del Quebec. Su presencia y colaboración en eventos y espectáculos resulta fundamental para el casino. Como ejemplo pondremos la fiesta de Nochevieja, donde hay premios y regalos y acuden miles de personas con su respectiva invitación. En ocasiones el acceso es libre y en otros necesitarás tarjeta.

La zona de aparcamiento es gratuita y cuentan con guardarropa, por si estás pensando ya en acudir a este reservado lugar.